“Se cuenta también que a Lisandro, cuando sitiaba Afitis, la que está en Palene, se le apareció de noche Amón y le profetizó que sería mejor para aquél y para Lacedemonia que hicieran cesar la guerra contra los de Afitis.” (Pausanias. Descripción de Grecia. Libro III, 18,3).
El yacimiento se encuentra en la playa de Kalithea. Un desvío a la izquierda, unos 600 m después del hotel Eurípides, nos lleva al yacimiento que está junto al Ammon Zeus Hotel. El yacimiento está cerrado siempre, pero puede saltarse la valla por un determinado lugar.
El lugar se utilizó por primera vez en el Bronce Antiguo como han demostrado los restos encontrados en las excavaciones. Las investigaciones arqueológicas han demostrado que en este lugar de la península de Casandra se fundó, durante la segunda mitad del siglo VIII a.C., por los colonos eubeos de la ciudad de Áfiti, un santuario en el que se rendía culto a Diónisos y a las Ninfas, en la cueva bajo la roca que existe en la ladera SO del lugar. El culto a Diónisos en cuevas está testificado en el norte de Eubea. En el siglo IV a.C. se construyó una escalera de piedra de 1,60 m de anchura, que conducía a una terraza más elevada, y un gran colector que abastecía de agua a la fuente. Sólo un trozo del monumento y del colector se conservan hoy en día. Durante el imperio romano (s. I – II d.C.) se remodeló el lugar demoliéndose la anterior fuente y se construyó al menos una cisterna que abastecía de agua al pequeño baño colindante. Durante el siglo V d.C. se construyó aquí un molino de agua y una pequeña caseta de servicio al molino. En la primera mitad del siglo IV a.C. empezó la construcción de edificios que tenían relación con el culto de Zeus Amón los cuales no se terminaron. En la segunda mitad del mismo siglo se construyó el templo. El culto a Zeus Amón fue la consecuencia de un sincretismo, es decir, de una mezcla de elementos religiosos del dios egipcio Amón Ra con el principal dios heleno, Zeus. Este sincretismo tuvo lugar en el santuario de Amón del oasis de Siva, en Egipto, que en la antigüedad fue un importante santuario para el culto de Zeus Amón, y luego se extendió por Grecia. A Zeus Amón se le representaba con barba y cuernos de carnero. A Áfiti el culto llegó el 403 a.C. cuando el rey espartano Lisandro rompió el cerco de la ciudad después de un mandato del dios que se le apareció en un sueño. Por ello levantó el templo en la zona del santuario de Diónisos en Áfiti. Zeus Amón era especialmente honrado por los argeadas macedónicos. Durante el imperio romano (s. I – II d.C.) el santuario conoció un gran esplendor. La fase romana duró hasta la época de los sucesores de Constantino el Grande, cuando el santuario se destruyó definitivamente. En el extremo norte del lugar, se construyeron en el siglo I – II d.C. unos baños cuyo uso continuó después de la destrucción del santuario hasta mediados o finales del siglo IV d.C. Conectan con el culto a Asclepio, que está constatado epigráficamente en el santuario, y probablemente tenían carácter terapéutico.
Uno de los templos más importantes que se han localizado en Chalkidikí es el de Zeus Amón, el cual se descubrió en 1968 durante el inicio de la construcción de un hotel, la cual provoco algunos daños en el krepídoma del edificio de culto. La investigación arqueológica se llevó a cabo a continuación durante los años 1970 a 1973. En un principio, en la primera mitad del siglo IV a.C. se construyó una especie de superficie de piedra y ciertos edificios que tenían relación con el culto y que no se terminaron y de los cuales hoy sólo quedan los cimientos. Más tarde, durante la segunda mitad del siglo IV a.C., se construyó al lado de la superficie de piedra un templo dórico períptero con un entablamento de piedra. Este último fue reemplazado por otro de mármol hacia finales del siglo III o principios del siglo II a.C., después de cierta destrucción que sufrió el templo. El techo estaba decorado con tejas de colores con relieves. Al este del templo había dos series paralelas de pedestales en los que apoyaban estatuas y que configuraban un paseo al aire libre, como era habitual en los templos egipcios. El culto de Zeus Amón tenía relación con el agua. La superficie de piedra se abastecía con agua a través de un colector de terracota que recogía el agua de las fuentes que se encontraban junto a la cueva y, a continuación, con la ayuda de un caz de piedra alimentaban a una fuente o a una cisterna antes de llegar al mar. Durante el imperio romano (s. I – II d.C.) se construyeron dos gradas y un pequeño altar frente a la entrada del templo para que los espectadores pudieran seguir las ceremonias.
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