“Aproximándose a la ciudad, hay una tumba común de los tebanos que murieron en la lucha contra Filipo. No está escrita ninguna inscripción, pero sobre el monumento hay un león.” (Pausanias. Descripción de Grecia. Libro IX, 40, 10).

En la entrada por el sur a la ciudad de Queronea, en la margen izquierda de la carretera, se encuentran la estatua del león y el museo arqueológico. La acrópolis y el teatro se encuentran en las afueras, al oeste de la ciudad.

La ciudad debe su nombre a su mítico oikistís Χαίρονα, hijo de Apolo y Therós. Pausanias considera que Queronea no es referida por Homero porque el poeta utilizó su antiguo nombre, Άρνη. La ocupación del territorio se remonta al periodo Neolítico. Desde el periodo micénico hasta finales del siglo V a.C. la ciudad dependió de su vecina Orchomenós, e excepción de un breve periodo de independencia: su ocupación por los atenienses en 447 a.C. y por los foceos en 351 – 346 a.C. A principios de agosto del 338 a.C., se concentraron en la llanura de Queronea el ejército del rey macedonio Filipo II con el ejército aliado de los griegos del sur (atenienses, tebanos y ciudades del Común de los Beocios, foceos, corintios, aqueos, megarenses, acarnanios, corcíreos, lefcadios, eubeos y mercenarios). Venció Filipo en la batalla, pero permitió a los vencidos enterrar a sus caídos. Más tarde, liberó a muchos prisioneros en el marco de su política de colaboración con muchas de las ciudades griegas. La batalla de Queronea constituye un hito en la historia de la antigua Grecia ya que señaló el final de la hegemonía de las antiguas ciudades – estado y abrió la puerta al advenimiento de las grandes monarquías helenísticas. Cuenta Pausanias, que lo que más veneraban los de Queronea era el cetro que decía Homero que hizo Hefesto para Zeus. De Zeus lo recibió Hermes y se lo dio a Pélope, y Pélope se lo dejó a Atreo, y Atreo a Tiestes y de mano de este último lo recibió Agamenón. Dicen que fue encontrado en los límites de su comarca y la de Panopeo de la Fócide. La ciudad conoció un particular florecimiento durante la época romana.

Cerca del Kifisós, a unos 3 km al este de Queronea, un túmulo monumental de 70 m de diámetro y 7 m de altura cubre a los macedonios caídos en la batalla de Queronea. Se excavó en el 1902 – 1903 por el servicio de arqueología griego a cargo de Σωτηριάδη y sus hallazgos (armas, puntas de lanza, dagas, etc.) se exponen en el vestíbulo del museo. El túmulo, cubierto por cipreses después de su excavación, puede verse hoy en día. A unos 4 km al NO, justo al lado del museo arqueológico, fueron enterrados por los tebanos en un recinto rectangular los integrantes del Batallón Sagrado que cayeron en la batalla de Queronea en 338 a.C. Un poco después, se levantó sobre la tumba comunal un león de piedra de 5,5 m de altura, símbolo de la valentía de los caídos. Con el paso del tiempo el monumento se derrumbó y grandes trozos del mismo desaparecieron. A principios del siglo XIX el inglés Crawford localizó, en unas excavaciones provisionales, la cabeza del león y después de la independencia del Estado griego comenzó su reconstrucción que terminó en 1904. Se contó para ello con la ayuda del escultor Λ. Σώχος quien reparó tres pedazos del antiguo modelo, mientras los trozos perdidos se sustituyeron por los correspondientes ejecutados en piedra gris de Livadiá. Finalmente, el león se colocó sobre un moderno pedestal de 3 m de altura, mientras que el recinto se rodeó de cipreses para recalcar el carácter funerario del monumento. El monumento se acondicionó de nuevo en 1999. Para la construcción de una acrópolis, ya desde los tiempos prehistóricos, se eligió el cerro rocoso de Πετραχός con dos cumbres y una altura aproximada de 150 m. Dice Pausanias que los de Queronea aseguraban que allí fue engañado Crono y recibió de Rea una piedra en lugar de Zeus. Había una imagen pequeña de Zeus en la cima del monte. La acrópolis aseguraba el control de todo el valle del Kifisós y del camino secundario hacia Livadiá, a través de los cerros del SO. Indicios de amurallamiento aparecen ya en época micénica, cuando una muralla ciclópea rodeaba la cumbre del cerro. Siglos después, en época arcaica, la muralla se extendió a l lado este de la colina. Esta segunda fase se reconoce por el sistema lesbio de construcción (con piedras poligonales muy bien trabajadas) que, probablemente, se limitó a las laderas oriental y occidental, puesto que el resto de los lados eran inaccesibles. La muralla arcaica se reforzó quizás en el siglo IV a.C. con torres de defensa. Se reparó, al menos una vez, utilizando el sistema isodómico. Es la fase de construcción de la muralla que mejor se ha conservado. El acceso al teatro de Queronea es particularmente fácil. Pasado el monumento del león y el museo, una señal informativa a la izquierda de la carretera nos señala el camino hacia el mismo. Puede verse un trozo de la cávea, tallado en la roca del monte Πετραχός. En el 1907 Γ. Σωτηριάδης realizó una limitada investigación arqueológica y en 2010 el Servicio de Arqueología llevó a cabo una serie de actuaciones con objeto de determinar la existencia o no de un edificio para la escena y las diferentes fases de construcción del teatro. El teatro, con una forma sencilla, estaba en funcionamiento a finales del siglo V a.C. Las gradas estaban excavadas en la roca en un número de 8 a 10, en línea recta y con una longitud de unos 37 m. Podían acoger a unos 500 espectadores. En esta fase, el lugar se utilizaba probablemente para concentraciones de ciudadanos y no únicamente para representaciones teatrales. Con esta misma forma, el monumento siguió funcionando durante todo el siglo IV a.C. A finales del siglo IV o a principios del II a.C., la cávea tomo la forma de un semicírculo con el tallado en la roca a una mayor profundidad de las gradas. Según una epigrafía que se encuentra en el museo, una pareja de particulares subvencionó la construcción del proscenio. Dado que no se han encontrado huellas de un edificio para la escena, se supone que ambas partes eran de desmontables, quizás de madera, y que se colocaban cada vez de acuerdo con las exigencias de la representación teatral. Hoy vemos lo que queda de la última fase del monumento, que pertenece a época romana (Finales del siglo I a.C. – principios del siglo I d.C.). Se trata de la época en que se realizaron obras tendentes a ampliar el tamaño del teatro. Se triplicó la capacidad variando la planta del teatro: la cávea helenística adquirió su forma semicircular definitiva con un diámetro de 63 m, mientras que se terraplenaron sus extremos con la construcción de dos muros de sostenimiento. Estas modificaciones condicionaron la forma y la extensión de la orchestra y de los párodos. Es muy probable que sólo entonces se construyese una escena según los prototipos romanos. La cávea se dividió en 3 o 4 zonas horizontales (proedría, ima, media y, quizás, summa cavea). El acceso a las gradas no se realizaba a través de varias escaleras sino a través de una única escalera situada en el centro de la proedría.

El museo arqueológico de Queronea se encuentra al lado de la estatua del león, en el acceso por el sur a la ciudad. Es el segundo museo más importante de Beocia. Se trata de un pequeño edificio de piedra con tres espacios de exposición (vestíbulo y dos salas), el cual fue construido por el Servicio de Arqueología Ateniense entre 1903 y 1907, y en el que se guardaban los hallazgos de las excavaciones del lugar. Con el paso del tiempo, las colecciones del museo se enriquecieron con hallazgos de diferentes lugares del norte de Beocia y de su zona fronteriza. El terremoto de 1981 provocó grandes daños en el museo lo que provocó un cese de su actividad en 1995 para poder renovar el edificio y el espacio expositivo. El 2009 a.C. abrió de nuevo sus puertas al público. Los tres espacios expositivos cubren un periodo de tiempo que va desde la prehistoria hasta la antigüedad reciente, mientras que la colección de monedas abraca también la época bizantina. Los hallazgos más representativos de cada periodo están organizados en unidades temáticas. VESTÍBULO Mediante una variada documentación se explica la historia de las excavaciones en la región y a las batallas que decidieron la suerte del mundo griego desde el 338 al 86 a.C. Además, el visitante puede informarse de la vida y obra del más famoso de los queronenses, Plutarco. De entre los objetos expuestos destacan las armas y pequeños objetos procedentes del túmulo de los macedonios caídos en la batalla y del poliandrio de los 300 tebanos del Batallón Sagrado. SALA IZQUIERDA En esta sala se exponen los hallazgos prehistóricos del norte de Beocia. Entre los objetos expuestos destacan: Maqueta de terracota de una casa del neolítico medio (5800 – 5300 a.C.). Figurita de terracota con forma de mujer decorada con color rojo procedente de Magoula Balomenou. Neolítico Antiguo – Medio (6500 – 5300 a.C.). SALA DERECHA En esta sala se exponen los hallazgos de los tiempos históricos. Destacan, entre otras piezas: Estatua de mármol de Afrodita de finales del siglo II a.C. Kouros de mármol de Paros de Orchomenós (550 – 540 a. C.). Busto de mujer que sostiene una rosa en su mano izquierda. Taller de Beocia (400 – 375 a.C.). Kotile corintio decorado con flores de loto negras y rojas, procedente de Livadiá (525 – 500 a.C.). Trozo de una estela funeraria de Queronea (400 a.C.). Kílix de taller beocio con relieve de busto de Diónisos o Pan. Livadiá (240 – 220 a.C.). En el PATIO del museo se exponen estelas funerarias, una piedra de molino, pedestales, etc. así como los cimientos de un monumento funerario romano “in situ”.

FOTOGRAFÍAS