“Después del Eveno sigue el monte Tafiaso; luego la ciudad de Macinia; y luego Molicria, y cerca de ésta Antirío, que marca la frontera entre Etolia y Lócride .” (Estrabón. Geografía. Libro X, 21).

Cogiendo la antigua carretera que va de Antirío a Riza, un desvío a la derecha nos lleva a la ciudad de Makinia. Atravesando la ciudad, en dirección a la montaña, y la actual autopista Ionia Odós, un camino pavimentado nos sube hasta la acrópolis y el teatro.

La antigua ciudad de Macinia se encontraba cerca y al SE del monte Tafiaso (Klókova) hacia la parte de Molicria. No se sabe cuando se levantó, y quizás fuese una de las ciudades que cita Homero en su catálogo. Era una ciudad locria cerca de la frontera etolia y no se sabe tampoco cuando pasó al poder de los etolios. Quizás fuese en el 338 a.C., cuando Filipo II ocupó Náupacto. Su periodo de esplendor abarca la época helenística, particularmente el siglo III a.C. Su destrucción parece que obedece a causas naturales: un terremoto o una epidemia de peste, si bien no hay que abandonar la hipótesis de que fuese destruida por Filipo V, en el 218 o en el 207 a.C., durante su campaña en Etolia, particularmente su muralla. En ese momento, la ciudad se encontraba ya en decadencia.

Los restos de la antigua ciudad se encuentran al NO del barrio de Μαμάκο de la actual Μακύνεια, y al este de la iglesia de Santo Tomás, en la cumbre de la colina de Paleokastro (Κάτω Μαμάκο), a una cota de 200 m. Las gigantescas piedras de arenisca labradas nos hablan de la existencia de una muralla. La muralla quizás llegase hasta el mar, donde se han encontrado restos del puerto antiguo en el lugar llamado Keramidaki. Estaba construida según el sistema pseudoisódomo. En la acrópolis, la muralla isodómica formaba un irregular recinto poligonal con ocho torres rectangulares y cuatro puertas en la cumbre de la colina: la acrópolis. Se conserva en toda su longitud (377 m) en una altura de 5 o 6 filas de bloques y puede que fuese construida en el siglo III a.C. La puerta principal de acceso se encontraba en el lado este. En el interior de la acrópolis pueden verse restos de edificios los cuales pudieran ser instalaciones militares o para el servicio de la muralla. En la ladera SE de la acrópolis se conserva el teatro de la ciudad, que tenía 14 gradas y que quizás se utilizase como bouleuterion. En su punto más alto había tres filas paralelas de asientos colocados en línea recta donde, evidentemente, se sentaban los principales de la ciudad, mientras que frente a ellos había un trono de piedra para algún honorable. Al este del teatro se encontraba la escena, la cual ha sufrido grandes daños a causa de la gran inclinación del terreno. Al norte del teatro están los cimientos de un gran templo anfipróstilo de dimensiones 17,5 x 5,8 m del cual sólo se conservan los cimientos, sin que sea conocida la deidad a la que se tributaba el culto. Las viviendas particulares y las necrópolis de la ciudad ocupaban las laderas de la colina. Modernas excavaciones han sacado a la luz parte de la antigua ciudad.

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