“Entre Lequeo y Pegas se encontraba antiguamente el oráculo de Hera Akraia” (Estrabón. Geografía. Libro 8, 6, 22)

Desde el enlace de Loutraki en la E-75 una carretera nos lleva al yacimiento al que se accede a través de un camino peatonal.

El promontorio en el que está el santuario divide la bahía de Corinto al norte del golfo de Livadostros y fue la sede de dos recintos sagrados: el de Hera Limenia sobre el puerto con un templo del siglo VIII a.C. y otro dedicado a Hera Akraia (“de la colina”). Pudo existir un oráculo en ambos. En la primera fase del santuario la región había permanecido abajo la hegemonía de Mégara. Sin embargo, fue conquistada por Corinto durante el periodo geométrico la cual tomó el control del santuario realizando en él un programa de construcciones. Dentro de él estuvo la construcción del primer templo de Hera Akraia en el extremo oeste del santuario. Durante el periodo geométrico (siglo VII a.C.) se construyó un segundo templo a unos 200 m al este del primitivo templo de Hera Akraia. Esta capilla pudo ser un santuario dedicado a Hera Limenia aunque también se baraja otra idea: una extensión o un recinto anexo al dedicado a Hera Akraia. No obstante, este segundo templo debió de sustituir al templo original y en esencia se configuraba como una estructura para contener las ofrendas votivas que siempre se acumulaban para la diosa. El recinto sagrado original de Hera Akraia se encuentra confinado entre el mar y los acantilados. El contenido de los depósitos votivos traídos al santuario durante el siglo VIII a.C. ha demostrado que las ofrendas a Hera Akraia no eran sólo locales, sino que provenían de la Grecia continental e insular. En este contexto, parece más lógico suponer la construcción de un anexo al popular santuario de Hera Akraia que la construcción de un santuario nuevo y competitivo. Terminado el segundo recinto, el santuario original de Hera Akraia fue renovado y se construyó un templo nuevo en torno al 530 a.C. El santuario se amplió en el siglo V a.C. con la construcción de un pórtico, un altar y un ágora. A estas estructuras se añadió la construcción de una cisterna en el siglo IV a.C. A principios del siglo III a.C. se realizaron importantes obras cerca del puerto y en las terrazas que lo dominan. El lugar fue abandonado en tiempos de la destrucción de Corinto por los romanos en 146 a.C.

El santuario fue excavado entre 1930 y 1933 por la Escuela Británica de Arqueología de Atenas bajo la dirección de H. Payne. La estructura más antigua del lugar es un edificio absidal (3) datado a principios del siglo VIII a.C. Pudiera ser el templo arcaico parecido al primitivo Heraion de Argos. Cerca del pequeño puerto pueden verse los restos del templo de Hera (4) (530 a.C.). No tenía perístasis sino una pronaos dórica tetrástila y una naos con una columnata dórica doble que la dividía en tres naves. El templo (10 x 30 m) se alzaba sobre un edificio anterior del periodo geométrico (quedan restos al norte del actual templo). El techo del templo era de mármol. Sólo a lo largo de la fachada este podían verse triglifos y metopas pertenecientes al friso. Triglifos y metopas no formaban, como es usual, un solo bloque, sino que estas se unían con una especie de machihembrado a su triglifo adyacente. En el centro del lado sur del templo había un horno de 4,5 m de diámetro que se utilizó para reducir a cal el mármol del templo y del santuario en general para la construcción del Muro Hexamilion del Istmo de Corinto en el siglo V a.C. Hay marcas visibles de combustión en las paredes del templo alrededor de un área circular. Un altar (5), adornado con triglifos y metopas y de 2,5 x 4 m, se elevaba delante del templo. Al final del siglo IV a.C. el altar se cubrió con una bóveda hecha probablemente de madera y sostenida por columnas jónicas en las cuatro de esquina, de las que pueden verse las basas. La presencia de un bothros (pozo) en el centro del altar demuestra que allí se celebraban cultos ctónicos. Los fieles que asistían a los servicios se sentaban en peldaños cortados en la roca. Al sudoeste del templo se encuentran los restos de lo que se ha dado en llamar ágora (1), un recinto cudrangular (25 x 25 m) encerrado por un muro a lo largo del cual discurre un banco. Construida en el siglo V a.C. parece que fue destruida en el siglo IV a.C. En los lados sur y oeste había una columnata de madera. Hay restos de una casa romana (2) en el centro de la zona. Delante del altar pueden verse los cimientos de un pórtico en forma de L (6), (16 x 5,5 m + 17,5 x 5 m) también del siglo V a.C., con una columnata doble, dórica en el nivel inferior y jónica en el superior. Este es el primer ejemplo conocido de esta combinación de órdenes. Un banco a lo largo del muro posterior que era usado por los peregrinos que venían al santuario. No se conservan las escaleras de acceso al segundo piso. Al pórtico llegaba una conducción que partía del sistema de abastecimiento situado al este del santuario. Ligado con el santuario desde el punto de vista funcional, estaba el edificio que se alza en las laderas de la colina que domina el puerto. Dividido en dos secciones cuadradas precedidas por un vestíbulo, se ha identificado como el estiatorion (8) (sala cultual de banquetes), ya que los muros de las dos estancias estaban recorridos por asientos de piedra para los fieles. El edificio se construyó hacia el 490 a.C. sobre edificaciones antiguas que tenían la misma función. En el lado norte y unida a él, había una gran cisterna (7) de construcción isodómica (6 x 21 m) datada en el siglo IV a.C. y construida con grandes bloques de poros. Tenía ábsides en los lados cortos y una hilera de pilares a lo largo del eje mayor. En el extremo oriental tenía un tanque de sedimentación de 3 x 5 m. A unos 30 m al este de la cisterna se encuentra una piscina (10) de 2 m de profundidad en la que se encontró un importante número de vasos para libaciones lo que la atribuye una función sagrada relacionada con el culto. Hoy no es visible pues se encuentra rellenada de tierras. Volviendo al valle, encontramos una serie de terrazas en las que aun se encuentran en pie las ruinas de algunos muros de almacenes (12) que, junto con la sala rectangular (11), podrían ser las ruinas del antiguo santuario de Hera Limenia (del puerto). Recientes investigaciones han puesto de manifiesto que el complejo quizás fuese un anexo usado para guardar ofrendas que no cabían en el santuario de Hera Akraia, habiéndose utilizado la sala rectangular más como sala de banquetes que como templo. En la cima del promontorio se han encontrado ruinas de edificios relacionados con el suministro de agua. Una fuente con fachada de seis columnas dóricas, que se encuentra a 540 m ENE del santuario, recibía el agua desde una serie de cisternas escalonadas que captaban aguas subterráneas hasta una profundidad de 50 m. Detrás de la fachada había tres pilas excavadas en la roca. El agua se sacaba a la superficie mediante el uso de norias movidas por personas. Estas cisternas, construidas en el 300 a.C., sustituyeron a un depósito redondo del siglo V a.C. que se había utilizado para recoger agua de lluvia. El pórtico en forma de L era el destino final de este sistema de abastecimiento. Las casas y un pequeño templo encontrados en esta zona, están relacionadas con actividades de culto o militares.

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