Desde Kastoriá vamos a buscar la Egnatía Odos. Una vez en ella tomamos dirección a Kozani pero salimos en el enlace que nos lleva a Vatero y al sur de Kozani. Cogemos la carretera que va desde Kozani a Lefcóvrisi, Lefkopigí y después a Aianí. Una carretera que sale del pueblo de Aianí nos lleva a la necrópolis y al yacimiento.

Aianí limita al oeste con el monte Voúrinos, al SE con los montes Kambounios y al NE con el embalse de Polifitos. Dista 23 km de Kozani y 5 km del río Aliákmonas. En los tiempos prehistóricos Aianí fue un centro importante de producción de la llamada cerámica ennegrecida cuyos prototipos hay que buscarlos en el Bronce Medio del sur de Grecia. Además, es muy posible la instalación de establecimientos micénicos en toda la Macedonia Superior En la antigüedad perteneció al reino de Ελίμεια o Ελιμιώτιδα el cual, junto con el resto de los llamados “reinos superiores” (Τυμφαία, Ορεστίδα, Εορδαία, Λυγκηνστίδα, Πελαγονία y Δερριόπος), constituían la Macedonia Superior. El reino de Ελίμεια tenía frontera por el norte con Ορεστίδα y con Εορδαία y ocupaba la parte sur de la Alta Macedonia. Aianí se identifica con la ciudad que se desarrollaba en las sucesivas plataformas de una colina con el nombre característico de Μεγάλη Ράχη, a una distancia de 1,5 km de la actual ciudad del mismo nombre. De acuerdo con la mitología fue fundada por Aianos, hijo del héroe Élimos, al cual se le considera fundador de Ελίμεια. La ciudad conoció un gran esplendor en las épocas arcaica y clásica (s. VI y V a.C.). La vida en la región comienza en el Bronce Reciente y a mediados del primer milenio Ελίμεια forma parte del mundo griego. El estado de Ελίμεια se gobierna por medio de reyes que nos son referidos por Heródoto, Tucídides y Jenofonte: El primero conocido es Arideos (472 a.C. aprox.), tres reyes de nombre Derdas (Derdas I (442 a.C. aprox.); II (382 a.C. aprox.) y III (358 a.C. aprox.), Machatas y Fila (una de las siete mujeres de Filipo II) ambos hermanos de Derdas III. (Estos dos últimos no son seguros sucesores de Derdas III, quien pudo haber sido el último rey de Ελίμεια). Parece que muy pronto, la ciudad de Aiani ocupó el puesto de capital del estado de Ελίμεια. En época de Filipo II, las regiones de la Macedonia Superior se incorporaron al reino macedónico. Una parte del ejército macedonio en las campañas de Alejandro Magno procedía de la provincia de Ελίμεια. En los años siguientes la región de Aianí conocería su mayor desarrollo que duraría hasta la ocupación romana. La ciudad tenía relaciones políticas con el resto del mundo griego. Paralelamente, funcionaba de forma autónoma con sus propios talleres de metalurgia y cerámica. Las primeras fases de desarrollo urbanístico de la ciudad se remontan a principios del siglo V a.C. y continúan sin interrupción hasta la época helenística cuando, durante el dominio romano, se abandonó de forma pacífica y se trasladó a otro lugar.

El primero que relacionó la actual ciudad de Aianí con la antigua ciudad fue el historiador y arqueólogo francés L. Heuzey. El siguiente fue M. Dímichas quien descubrió que en Μεγάλη Ράχη se encontraba la acrópolis de la ciudad antigua. Sin embargo, quien dio el disparo de salida para el comienzo de las excavaciones en Μεγάλη Ράχη fue el maestro del pueblo Κ. Σιαμπανόπουλος el cual, durante su dilatada trayectoria profesional, elaboró una colección arqueológica, recogiendo diferentes hallazgos. La antigua ciudad ha estado en los últimos años en el epicentro de la arqueología internacional gracias a la multitud de estructuras encontradas, estatuas y tumbas reales con gran cantidad de hallazgos en su interior. Las excavaciones sistemáticas empezaron en 1983 por el Servicio de Arqueología Prehistórica y Clásica bajo supervisión de la arqueóloga Γ. Καραμήτρου – Μεντεσίδη, las cuales continúan hasta el día de hoy. Para la protección de los monumentos se han construido tinglados en la cisterna, la Casa de las escaleras y en una parte del ágora y, además, en la mayor parte del cementerio. Los hallazgos de las excavaciones se exponen en el museo de Aianí. El yacimiento está constituido por la ciudad antigua, que se extiende por las faldas de una impresionante colina, Μεγάλη Ράχη, al norte de la ciudad actual, y por los cementerios, que se extienden al norte y al este de la colina, en los parajes de “Λειβάδια” y “Τσακάρια”. Se han encontrado tres grandes edificios públicos y muchas casas particulares con ricos hallazgos. El denominado Edificio con la cisterna (9). Se encuentra en la sobresaliente planicie sur, en la cumbre de la colina. Tiene una planta ortogonal. En su patio se descubrió una impresionante cisterna circular tallada en la roca de 4,5 m de diámetro en el fondo y 8,5 m de profundidad, la cual mediante la recogida de agua de lluvia contribuía al abastecimiento de agua de la ciudad. Sus dos metros de más al fondo se han conservado con su forma primitiva. Dado que la roca en la que se excavó era blanda se añadió sobre sus paredes una capa de piedras para obtener una mejor impermeabilización y resistencia de la cisterna. Sobre esta capa se extendió a su vez otra de ladrillos muy estrechos unidos con cemento. Este revestimiento sólo existe hoy en día en los dos metros inferiores de la cisterna. El patio está empedrado con guijarros y tejitas verticales unido todo ello con un cemento a base de tejas machacadas, arena y cal. En el fondo de la cisterna se han encontrado multitud de hallazgos: hidrías y otras vasijas tanto de cerámica como de bronce. Los más modernos datan del siglo II a.C. lo que indica cuándo dejó de funcionar esta cisterna cuya construcción se remonta a principios del siglo V a.C. En la plataforma inmediatamente inferior, en el lado NE de la colina, se encuentra el denominado Edificio Porticado (7) que tenía carácter público al igual que el anterior. De él se han conservado dos de sus lados los cuales forman una stoa con forma de Γ. Uno de los lados tiene 25 m de longitud y el otro 20 m y están constituidos por grandes bloques de piedra sobre los que apoyaban las columnas. Se conservan muchos elementos arquitectónicos de mármol como capiteles dóricos y jónicos, tramos de columnas dobles y otros elementos de piedra, lo cual nos lleva a pensar en la existencia de un piso superior. El espacio interior del edificio, que fue cubierto con grandes placas de piedra, cubría unas estructuras con almacenes de una época anterior, de acuerdo con las tinajas que se encontraron aquí. Más hacia el este se descubrieron dos edificios elipsoidales de los cuales se conserva su krepida de piedra. De acuerdo con la cerámica encontrada en ellos se datan como pertenecientes al final del Bronce Reciente o a la primera Edad del Hierro. En un nivel superior, detrás del muro de la stoa, se ha excavado una fila de habitaciones dobles cuyos muros estaban construidos con arcilla. Las habitaciones responden a dos fases de construcción. Ya que la roca se encontraba en este lugar muy en la superficie se utilizó directamente como cimiento de los muros y como suelo de las habitaciones, después de ser trabajada adecuadamente. El edificio disponía de una columnata dórica en la planta baja y de una jónica en la planta superior. Puede que se tratara de la casa de algún notable que tuviera relación con la justicia o de un edificio perteneciente al ágora de la ciudad. Al este de la planicie, donde se encuentra el Edificio Porticado, ha salido a la luz, en una plataforma más baja, otro edificio público de la antigua Aianí, la llamada Casa de los Grandes Bloques (5). Pertenece a la Época Clásica, aunque en fases posteriores de construcción se levantaron sobre él otras estructuras. El edificio de la época helenística está constituido por espacios ortogonales a distinto nivel, los cuales se adaptan a la inclinación del terreno, y un espacio porticado. El muro de la stoa tiene una anchura de 1,7 m y una longitud de 20 m, mientras que frente a él se encuentran las basas de 5 columnas. Las diferentes fases de construcción se corresponden con las distintas formas de trabajo en la construcción de los muros. Los grandes zócalos de piedra están construidos de acuerdo con el sistema poligonal. Además, se han encontrado un montón de trozos de cerámica roja muchos de los cuales están datados como pertenecientes a piezas de la primera parte del siglo V a.C. Todo ello demuestra la existencia de grandes ciudades en la Macedonia Superior con arquitectura monumental antes de la unificación del reino macedónico por Filipo II. Las posteriores fases de construcción se caracterizan también por una cuidada elaboración de los muros y por la utilización, en parte, de los muros de la época clásica como cimiento. En uno de los grandes espacios ortogonales del edificio clásico se encontraron hornos pertenecientes a épocas posteriores. Gran interés presenta el mobiliario encontrado en este edificio: un vaso ático de cerámica negra con el nombre de ΘΕΜΙΔΟΣ inscrito en su base, y un trozo de cerámica que presentaba una epigrafía grabada en cuatro renglones. Las viviendas privadas aparecen en plataformas más bajas de la ladera de la colina Μεγάλη Ράχη repartidas en diferentes niveles a causa de la pendiente del terreno. Las viviendas estaban separadas entre sí por muros de medianería o por estrechos callejones bajo los cuales estaban instalados colectores para el saneamiento. Escaleras con escalones de piedra conducen a las habitaciones superiores mientras que en el lado trasero se construyen sótanos. Las casas disponían de un patio pequeño, habitaciones con hogar, almacenes y talleres. Son visitables las casas que tienen por nombre “Casa de las tinajas”, “Casa de las escaleras” y “Casa de las pesas de telar”, las cuales se datan en el periodo 300 – 100 a.C. Algunas de ellas estaban decoradas con pinturas en su interior. La Casa de las tinajas (8) se encuentra antes de subir a la meseta donde se encuentra la cisterna, al NO del Edificio Porticado. Recibe su nombre de las tinajas que se encontraron en alguna de sus habitaciones. En ella se aprecian diferentes fases de construcción desde mediados a finales del periodo helenístico. Para el suelo de la vivienda se utilizaron grandes bloques de piedra los cuales tenían que proceder de algún edificio monumental de época anterior. La vivienda presenta estrechos muros construidos con arcilla y piedra en su parte inferior y adobe en la superior. El techo era una estructura de madera. Mayor interés dentro de las viviendas particulares presenta la Casa de las escaleras (3). Se encuentra al sureste de la cumbre de la colina en una plataforma que dispone de acceso a las otras plataformas por medio de un camino después del Edificio Porticado y de la Casa de los Grandes Bloques. Se trata de una vivienda de planta ortogonal con habitaciones grandes y pequeñas, y en medio de la cual hay un pasillo escalonado. También esta casa, a causa de la pendiente del terreno, está construida en diferentes niveles, que se comunican entre ellos por escaleras de piedra. Debajo de los pasillos escalonados ha salido a la luz un colector que empieza en la habitación de más al norte y termina en el nivel más bajo al borde de la plataforma. En la habitación situada más al norte, adonde conduce la primera escalera, se encontraron tres tinajas y un hogar ortogonal. Aquí salieron a la luz también otros hallazgos como ánforas y pequeños vasos de terracota, figuritas con forma de mujer, figuritas de la diosa Cibeles y monedas de bronce. Esta habitación se ha interpretado como lugar de trabajo, lugar de almacenamiento y como lugar de culto familiar. En la plataforma donde se encuentra la Casa de las escaleras han salido a la luz otras viviendas las cuales se encuentran bajo las inmensas rocas desprendidas que quizá fueron la causa de la destrucción y del rápido abandono del asentamiento. En una explanada inferior a la de la Casa de las escaleras, en el SE, las parcelas que encontramos pertenecen a dos viviendas. Entre ellas hay un callejón de 2 m de anchura con colector. Reciben el nombre conjunto de Casa de las pesas de telar (4) a causa de la gran multitud de pesas de telar que se encontraron durante la excavación amontonadas en el sótano trasero de la vivienda sur. Las pesas tienen diferentes formas: piramidal, troncocónica y cilíndrica. En la ladera norte, y en una plataforma inferior, existen casas de la época helenística construidas sobre un estrato anterior de la Edad del Hierro. La Casa de los moldes (6) debe su nombre al descubrimiento en su interior de algunas figuritas de terracota y de moldes para su fabricación. En la misma área se han excavado dos hornos que se usaban para la fabricación de figuritas y vasos de arcilla. También en el lado norte de la colina, y al pie de la misma, ha salido a la luz un muro de sostenimiento de 15 m de largo. Fuera de la ciudad se extienden las necrópolis con cementerios que se utilizaron desde el Bronce Reciente hasta finales de la época helenística. Grupos de tumbas de diferentes épocas se localizan en diferentes puntos alrededor de la ciudad. Las ricas ofrendas, particularmente las que provienen de tumbas de fosa no profanadas, presentan una calidad excepcional. En el lugar llamado Τσκάρια, a un kilómetro al este de la carretera hacia Καισαρειά, se encuentra el cementerio Este en el que se han descubierto hasta hoy 257 tumbas, la mayoría de fosa, excavadas directamente en la tierra. Está datado del periodo s. IV a.C. – s. I a.C. Muchas de ellas fueron saqueadas durante la antigüedad. A unos 200 m al oeste de la ciudad se ha descubierto otro cementerio, esta vez con cistas de la Edad del Hierro y tumbas excavadas del siglo IV a.C. A 1 km al noreste de Μεγάλη Ράχη, en el paraje llamado Λειβάδια, se encuentra la necrópolis real, entre un conjunto de tumbas que data desde la Edad del Hierro a los tiempos arcaicos y clásicos. En ella se han descubierto 12 grandes tumbas de cámara, tumbas de cista y muchas tumbas excavadas. Cuatro de las tumbas construidas presentan un recinto ortogonal construido con bloques de piedra mientras que tres recintos rodean a tumbas excavadas directamente en la tierra. La llamada Tumba A es la mayor de las tumbas construidas. Tiene unas dimensiones exteriores de 10,30 x 10,30 m. La cámara mortuoria tiene unas dimensiones de 4 x 4 m con lados de una anchura de 3 m. Los lados están construidos, alternativamente, por tres y dos filas de bloques. Su techo era plano y estaba construido por largos bloques de piedra (2,30 x 1,3 m) que apoyaban probablemente sobre una viga de madera. Las incisiones para la colocación de esta viga pueden distinguirse en los muros de la cámara. El techo se apoyaba además en una columna sin acanaladuras, parte de la cual se encontró caída en la cámara junto con un entramado de tablas. En determinados puntos de los muros se ha conservado una decoración a base de escritura y unas pocas láminas de oro con una decoración de rosetones de 16 hojas y hojas de hiedra bañadas en plata. Dentro de la cámara mortuoria, en la esquina sureste, hay una piedra con una sola jamba, la del lado izquierdo, y una apertura que mide 1,58 m, que conducía a una cripta que, posteriormente, fue rellenada con piedra. Dentro y fuera de la cámara mortuoria, en su lado sur y a bastante profundidad, aparecieron trozos de capiteles dóricos y de cornisas con goterones. Un trozo de la basa de una gran columna también ha salido a la luz. Es muy posible que sobre la cámara mortuoria se construyese un templete, probablemente una tumba, que funcionase como heroon en donde se rindiera culto al difunto. La tumba está datada de principios del siglo IV a.C. La tumba construida llamada Tumba B pertenece también a la necrópolis de las épocas arcaicas y clásicas. Tiene unas dimensiones exteriores de 8,0 x 8,0 m. Está colocada unos metros al oeste de la Tumba A en un nivel algo inferior. De los pocos hallazgos que se han encontrado en su interior, se deduce que pertenece a la segunda mitad del siglo V a.C. Para su construcción tuvo que destruirse la parte suroeste de una construcción anterior que se encontraba en el mismo lugar y que tendría un carácter cultual y funerario. La cámara mortuoria tiene unas dimensiones internas de 3,44 x 2,56 m y 2,42 m de altura. Estaba cubierta por una techumbre plana, construida con grandes bloques de piedra (3,41 x 0,45 x 0,83 m) que se apoyaban en una viga de madera y que estaban unidos por su cara exterior con conectores de plomo en forma de Z. La tumba fue profanada en la antigüedad. Los ladrones abrieron un agujero en un bloque del techo para entrar en la cámara. Es por eso que en su interior se ha encontrado muy poco material el cual, no obstante, ha sido suficiente para datarla. La Tumba C es una cista de dimensiones internas 2,90 x 2,14 x 2,28 m. A una altura aproximada de 1,70 m sobre el suelo hay trazas de una banda de colores rojo y negro que recorre las cuatro paredes de la tumba. Está datada de principios del siglo V a.C. La Tumba D está rodeada de un espacio de planta ortogonal de carácter cultual. Su cámara mortuoria tiene unas dimensiones de 3,45 x 2,50 x 2,66 m. Está encerrada dentro de un edificio rectangular usado con fines cultuales, cuya sección SO fue destruida durante la construcción de la Tumba B. Trozos de columnas dóricas demuestran la grandiosidad del recinto. Permanecen en su sitio primitivo dos de los cinco bloques de piedra (3,8 x 0,9 x 0,45 m) del techo que apoyaban sobre una viga de madera. Sobre ellos se pueden ver huellas de la cremación de diferentes materiales utilizados en los ritos posteriores a la inhumación. En el muro SE del edificio cultual vemos un almacén circular en donde se guardaban objetos relacionados con los ceremoniales funerarios. La tumba data de la primera mitad del siglo V a.C. y fue saqueada a través de un agujero de 30 cm de diámetro excavado en la esquina sur. La Tumba E es una cista construida con grandes bloques de piedra tallados con dimensiones interiores de 3,34 x 2,49 m, y una altura de 1,91 m. La superficie interior de sus paredes es lisa y está enlucida. Sobre este enlucido, una banda morada recorre las cuatro paredes de la tumba a una altura de 1,46 m sobre el suelo. No parece que tuviera techado de bloques de piedra sino de madera. Cuando éste fue destruido arrastró en su caída al interior de la tumba al pedestal y a la estela funeraria que la coronaban. La tumba está datada de principios del siglo V a.C. Al norte de la tumba se conserva una pequeña parte de un recinto (3,14 x 2,20 m) que se supone que se utilizaba como pedestal de una gran estatua de un león que puede verse, hoy en día, en el Museo Arqueológico de Aianí. La Tumba F estaba dentro de un recinto del cual se han conservado bloques en una longitud de 4,10 m en el lado sur y de 1,37 m en el lado norte. Es una cista de dimensiones interiores 2,85 x 1,75 x 1,72 m y sin techo. Observamos que sus paredes interiores están enlucidas con particular cuidado, pero no se distinguen las huellas de ninguna banda decorativa. El bloque que se encontró caído en el interior pertenece al techo. En la esquina norte de la tumba se encontró su estela funeraria casi entera, y a su lado un gran trozo de su pedestal. La tumba está datada de principios del siglo V a.C. La Tumba G es la más pequeña de las tumbas de cista, con unas dimensiones interiores de 1,37 x 1,24 x 1,23 m. Los bloques de piedra de su interior están muy bien trabajados, pero no se ha encontrado rastro alguno de enlucido. Un bloque del techo se encuentra en su primitiva posición y se ha conservado una gran parte del segundo. Del interior de la tumba se sacó la cabeza de mármol de una kore (510 a.C.) que se colocó aquí después del saqueo y destrucción de la misma. La tumba está rodeada de un recinto de dimensiones 7 x 6,05 m que se ha conservado en bastante buen estado. Hacía el oeste de la tumba G se distingue el recinto H de dimensiones 12,5 x 6,05 m que también se ha conservado en buen estado. Parece que no contiene ninguna tumba construida pero sí simples tumbas excavadas. La Tumba I es también una cista de dimensiones interiores 3,11 x 1,67 x 1,35 m. No se ha conservado en buen estado debido al tipo de construcción. No se utilizaron grandes bloques de piedra sino pequeños y estrechos, los cuales se colocaron de pie. En la superficie interior no se encuentra ningún tipo de enlucido. La tumba está rodeada por un gran recinto del cual se conserva sólo su esquina SE en una longitud de 4,21 y 3,72 m respectivamente. La estatua de un león, de la que sólo se ha conservado la cabeza, señalizaba el lugar de la tumba. La tumba data de la primera mitad del siglo V a.C. La Tumba J es la más antigua de las tumbas construidas de la necrópolis y data de la primera mitad del siglo VI a.C. Tiene unas dimensiones interiores de 3,60 x 1,20 x 1,35 m. En el lado SO de la tumba se ha conservado entera una placa del techo. Llama la atención la colocación escalonada de los bloques perimetralmente a la cámara. Las superficies interiores están enlucidas, y una banda de púrpura de 9 cm de ancho a 0,82 m del suelo recorre toda la cámara. Sobre ella se distingue otra banda limitada por dos filas de clavos e incisiones. Estos clavos sostenían tablas que, a su vez, soportaban finas placas de material óseo, obras maestras de la miniatura, con diferentes representaciones de guerreros con escudos, carros, animales, etc. También se encontraron en su interior figuritas de terracota con la ropa coloreada cuya cabeza proviene de un molde y su cuerpo ha sido hecho a mano. Fuera de la tumba se encontró un gran trozo de columna y un capitel jónico que, al parecer, soportaba una esfinge. Tanto los templetes, que se encuentran sobre o alrededor de las tumbas, como el mobiliario encontrado dentro, demuestran que los allí enterrados no eran simples ciudadanos sino personas notables que se convertían en héroes después de su muerte y a los que se rendía culto. Ricos monumentos funerarios, señal de difuntos ilustres, como estatuas de leones, de kouroi y kores, la estatua del barbudo del siglo V a.C., pinturas de estilo jónico, estelas funerarias, todo en mármol local, confieren a Aianí el carácter de necrópolis única. Existen epigrafías que se corresponden incluso con los últimos años del periodo arcaico. Al oeste de la Tumba G y del recinto H se encuentra una necrópolis de tumbas excavadas directamente en la tierra. Pertenecen al último cuarto del siglo VI a.C. y a la primera mitad del siglo V a.C. La calidad de los objetos encontrados en ella da muestra del alto nivel de vida de los habitantes de la ciudad. En un nivel más bajo, al suroeste de las tumbas construidas, existía un cementerio del Bronce Reciente, de tumbas de cista. En él se ha encontrado cerámica del tipo ennegrecida y cerámica micénica.

El Museo Arqueológico de Aianí muestra el desarrollo histórico de la antigua Aianí, capital de Ελιμιώτιδα, uno de los reinos más fuertes de la Macedonia Superior, y de su región circundante. La muestra presenta objetos que abarcan el periodo de tiempo que se extiende desde la época prehistórica (6000 a.C.) hasta la romana (s. II d.C.) Sus colecciones están compuestas de hallazgos de particular importancia que completan la imagen del helenismo de la Macedonia Superior, como la del Bronce Reciente y la de los periodos arcaico y clásico. El complejo museístico tiene una extensión total de 4500 m2 y dispone de planta baja y primer piso. Contiene siete salas de exposición en el primer piso con una superficie total de 971 m2. En la planta baja hay almacenes, despachos, biblioteca, carpintería, talleres de conservación, sala de usos múltiples y hotel. La colección arqueológica de Aianí se fundó el 1970. La gran cantidad de hallazgos que desde entonces se fue incorporando al acerbo cultural de la región, hizo necesario la construcción de un museo. El Museo Arqueológico de Aianí se abrió totalmente al público en octubre de 2002. La exposición, como hemos dicho, está dividida en siete salas. Los hallazgos en la antigua Aianí y sus alrededores se exponen en seis de ellas, mientras que la séptima está reservada a exposiciones temporales de los hallazgos provenientes del nomós de Kozani. El programa museístico de la exposición se organiza en tres ejes paralelos: El desarrollo histórico de la antigua Aianí y sus alrededores desde los tiempos prehistóricos hasta los romanos. Los hallazgos que han salido a la luz en los diferentes sectores excavados (ciudad, cementerios, alrededores). La vida diaria y las instituciones de la antigüedad. La finalidad del museo es dar relevancia, principalmente, tanto a los hallazgos micénicos en relación con la cerámica ennegrecida del Bronce Reciente, cuyos autores eran macedonios y dorios, así como a los hallazgos de las épocas arcaica y clásica que dan fe del primitivo desarrollo urbanístico y de las instituciones culturales de la antigua ciudad. La SALA A está dedicada a la identidad histórica de Macedonia Superior, de Ελιμιώτιδα y de Aianí y a los hallazgos prehistóricos. En ella se exponen paneles de carácter histórico y geográfico. En ella puede verse la estela de Adista, en la que está grabado el nombre de Aianí, y otras muestras de epigrafía (s. VI y V a.C.) que constituyen las primeras muestras de escritura en Macedonia. En el resto de la sala se exponen los hallazgos prehistóricos agrupados en tres unidades temáticas. En la primera unidad se exponen los hallazgos de Aianí pertenecientes al Neolítico, el Bronce Antiguo y el Bronce Medio (vitrinas 4 a 7). La segunda unidad (vitrinas 8 a 17) comprende los hallazgos pertenecientes al Bronce Reciente. Se trata de hallazgos de la época micénica y de cerámica ennegrecida (αμαυρόχρωμη), como el soporte cerámico para vasija de s. XV – XIV a.C. La unidad se completa con los hallazgos pertenecientes a las tumbas micénicas del más importante cementerio de Aianí. La tercera unidad comprende los hallazgos de la época del hierro (vitrinas 18 a 22): cerámica, joyas y fíbulas. La SALA B está dedicada a la ciudad antigua en la colina de Μεγάλη Ράχη. Se exponen hallazgos correspondientes a las épocas, arcaica, clásica y helenística de la ciudad de la colina mencionada. Se exponen una maqueta de la antigua Aianí. Una estatua de una Nike se encuentra a la entrada de la sala. Pertenece a la acrotera de un edificio de la ciudad de la época clásica. En la vitrina 3 destaca la estatua de bronce de una kore perteneciente a la empuñadura de un espejo. Pertenece al segundo cuarto del siglo V a.C. La vitrina semicircular 14 está dedicada a los recipientes de cerámica encontrados en la gran cisterna. En la vitrina 15 se exponen tres vasos de bronce que se encontraron, también, en el fondo de la cisterna. Uno de esos vasos data del siglo II a.C. La SALA C está dedicada a la vida diaria, pública y privada de los habitantes de la antigua ciudad. Al entrar, a la derecha, se encuentra la reconstrucción de la habitación Γ de la llamada Casa de las escaleras gran cantidad de los objetos encontrados en su excavación. Entre ellos están la cabeza de terracota de Atenea y el amorcillo de terracota (ambos del periodo helenístico s. III – s. I a.C.) que, en realidad, se encontraron en la Casa de los moldes, y la estatuilla de terracota de la diosa Cibeles (primera mitad del siglo II a.C.) que sí se encontró aquí. En las vitrinas 9 y 10 se exponen armas y cascos de bronce, mientras que en las vitrinas (14 – 18), hallazgos que tienen que ver con el culto y la religión. En la vitrina 20 vemos 9 figuras femeninas de terracota, unas de pie y otras sentadas, cuyos vestidos estaban pintados de colores (segunda mitad del siglo VI a.C.). Las vitrinas (21 – 23) están dedicadas a los juegos atléticos, destacando en la vitrina 21 el lekythós de figuras rojas con la representación de un atleta aseándose. Es el llamado lekythós del pintor de Bowdoin (470 – 460 a.C.). A esta sección pertenece también la figurita de bronce de un jinete sobre su caballo (mediados del siglo VI a.C.) encontrada en Aianí. La SALA D está dedicada a los cementerios de las épocas arcaica y clásica, y particularmente a la necrópolis de Leivadia, la necrópolis real. La vitrina 1 contiene piezas de oro y plata. Destaca el “cubrebocas” funerario de oro, con la representación de dos leones y una palmeta, de una de las tumbas excavadas del cementerio contiguo a la necrópolis real. Importante es la vitrina 8 que contiene un grupo de caballos de terracota (segunda mitad del siglo VI a.C.), uno de los conjuntos mejor conservados de la necrópolis. La vitrina 11 contiene hallazgos de una tumba de pozo de primeros del siglo V a.C. Se trata de nueve figuras de terracota (tres cabezas, tres sentadas y entronizadas y tres de pie) y tres vasos en forma de ánfora. Entre todas destaca la cabeza de una mujer que ha sido restaurada con sus primitivos colores. La SALA E contiene una colección de obras escultóricas, con estatuas, estelas y elementos arquitectónicos realizados en mármol o en piedra. Destacan, entre ellas un león, encontrado en la tumba E de la necrópolis real, datado en torno al 500 a.C.; el pequeño torso helenístico de Heracles del tipo Farnese encontrado en Rachi Tseika; y el capitel jónico perteneciente al edificio porticado. La SALA F está dedicada a los hallazgos encontrados en los cementerios de las épocas helenística y romana (siglo IV a.C. y el siglo IV d.C.).

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