“Cruzando el Ilisós […] hay un estadio de mármol blanco. […] El ateniense Herodes lo construyó, y para su construcción se empleó la mayor parte de la cantera del Pendélico.” (Pausanias. La Desripción de Grecia. Libro I, 19, 6.)
El estadio está situado en el centro de Atenas, al principio de la calle Vasileos Konstantinos, frente a los Jardines Nacionales y junto a la colina de Arditos, cuya pendiente aprovecha para el graderío.
La ubicación del estadio es la misma en la que se situaba el estadio de la antigua Atenas, en el que se celebraban las competiciones atléticas de los antiguos Juegos Panateneos. El estadio Panatinaico es también conocido como Kalimármaro (“buen mármol”), pues gracias a Herodes Ático se reformó el primitivo estadio y se revistió íntegramente con mármol blanco del Pentélico entre los años 134 – 137 d.C. El estadio debe su nacimiento al programa de construcciones de Licurgo. Las terrazas artificiales que se excavaron para la construcción sirvieron de platea a los miles de espectadores que se concentraban para presenciar los juegos. Fue sufragado por un particular: Deinías. Tenía forma de herradura, como actualmente, y prácticamente las mismas dimensiones. La gente se sentaba directamente en el suelo de las laderas correspondientes a los tres “lados” de la herradura. El estadio se utilizó por primera vez en las Grandes Panateneas del 330/329 a.C. para la celebración de competiciones gimnásticas, las cuales tenían lugar antes en un lugar al sur de la ciudad. El estadio fue ampliado y renovado por Herodes Ático entre los años 134 – 137 d.C. alcanzando una capacidad de 50.000 espectadores, todos ellos sentados. Un acceso en túnel bajo las gradas del lado este conducía a la parte de atrás del estadio. Además, en la cumbre del monte Arditos levantó un templo a la diosa Fortuna. En la cumbre de la elevación que hay a la izquierda de la entrada, sobresalió durante muchos años la tumba de Herodes Ático. Con la caída del imperio romano el estadio se abandonó y fue utilizado como cantera para la construcción de muchos edificios de la ciudad de Atenas.
Las excavaciones que hallaron sus ruinas se realizaron en el año 1869. Casi 30 años más tarde, en 1896, el Estadio Panatinaico se reconstruyó para albergar los primeros juegos olímpicos de la modernidad. Ernst Ziller y Anastasios Metaxás estuvieron a cargo del proyecto que se inspiró en el diseño del antiguo estadio. La construcción del estadio fue financiada por George Averoff, cuya estatua se encuentra a la entrada. En la época de su construcción las medidas de los estadios aún no estaban estandarizadas, por lo que tiene una disposición diferente a la de los estadios actuales, con una pista en forma de U y capacidad para 70.000 espectadores distribuidos en 24 filas de gradas.
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