“En el reinado de Simo, hijo de Fíalo, desapareció en Figalía por el fuego la antigua imagen de madera de Deméter Melena.” (Pausanias. Descripción de Grecia. Libro VIII, 5,8.)

Cogemos la carretera que va desde Lépreo hasta Petrálona y sigue hasta Perivolia. Entramos en esa localidad y siguiendo este nuevo desvío de 3 km llegamos a la ciudad de Figalía.

La ciudad fue fundada por Fígalo, hijo de Licaón. Pausanias refiere que cuando los lacedemonios ocuparon la ciudad de Figalía después de la segunda guerra mesénica (659 a.C.) algunos arcadios consiguieron llegar al oráculo de Delfos donde la Pitia les comunicó que no recuperarían nunca su patria sino movilizaban 100 elegidos mercenarios de Orestasio que dieran su vida por la victoria. Y así sucedió: todos los de Orestasio, que además se habían presentado voluntarios para ser elegidos como uno de los cien, cayeron en la lucha, pero Figalía volvió a ser arcadia. En agradecimiento a los orestasienses los figalios edificaron un impresionante “πολυάνδριο” (“tumba común”) en el ágora de su ciudad. En Figalía fue enterrado el rey Lépreo, muerto en su ciudad tras desafiar en duelo a Heracles.

En la confluencia de los ríos Limax y Neda se hallaba el santuario de la diosa Eurínome. En él se tributaba un culto anual a esta divinidad marina y se custodiaba la estatua que la representaba con cuerpo de mujer y cola de pez. Como diosa universal Eurínome, surgida del Caos, es una de las divinidades más antiguas y constituye el principio del mito pelasgo de la creación. Su esposo Ofión fue modelado por sus manos en forma de serpiente a partir del Viento del Norte. Ahora bien, el Viento del Norte, llamado también Bóreas, fertiliza; por ello las yeguas vuelven con frecuencia sus cuartos traseros al viento y paren potros sin ayuda de un semental. Así fue como Eurínome quedó encinta. Luego asumió la forma de una paloma aclocada en las olas y a su debido tiempo puso el Huevo Universal del que salieron todas las cosas que existen: el cielo, la tierra, los astros, los montes y los ríos. Eunímone y Ofión establecieron su residencia en el Olimpo, donde él irritó a la diosa pretendiendo ser el autor del Universo. Inmediatamente ella le arrancó los dientes de un puntapié y lo desterró a las oscuras cavernas situadas bajo tierra. Dentro ya de la tradición olímpica se la presenta como hija de Océano y Tetis y madre, por Zeus, de las tres Gracias. También se cuenta de ella que, como divinidad marina, cuidó junto a Tetis de Hefesto durante nueve años cuando éste fue arrojado por Hera al mar desde el Olimpo. Sólo en Arcadia se tiene noticia de su culto. Según Graves, en este sistema religioso arcaico no había hasta entonces dioses ni sacerdotes sino solamente una diosa universal y sus sacerdotisas, pues la mujer constituía el sexo dominante y el hombre era su víctima asustada. No se honraba la paternidad y se atribuía la concepción al viento, a la ingestión de habichuelas o a la ingestión accidental de un insecto. Eurínome, cuyo nombre significa “amplio vagabundeo”, era el título de la diosa como la luna visible. Parece ser que se pretendía que los pelasgos hubieran nacido de los dientes de Ofión.

La Αρχαία Φυγάλεια era una de las ciudades más importantes de Arcadia. Estaba rodeada por una muralla que se conserva en una gran altura y tenía una acrópolis en el NE. Las fuentes antiguas dan cuenta de la existencia en la ciudad de ágora, gimnasio, teatro, santuario de Ártemis Salvadora, santuario de Dionisio Akratóforos y santuario de Eurínome. De las monedas de la ciudad parce que había culto a Igeia, a Asclepio, a Afrodita y a Neda o Tiché. Se conservan los restos de un pequeño templo dedicado a Artemisa y a Zeus Sóter, del siglo IV a.C. Para acceder al templo, cogeremos un desvío a la derecha de la actual carretera antes de llegar al pueblo, viniendo desde el oeste. En el lugar conocido como “Σταυρούλι”, a la entrada del pueblo, se encontraba el ágora antigua de la ciudad. En su extremo sur, pueden verse todavía en pie tres columnas que constituyen parte de los restos de una antigua stoa. Según Pausanias, aquí se encontraba una estatua de Hermes y otra del campeón olímpico Αρραχίωνας. El sitio en el que se encontraba el “πολυάνδριο” dentro del ágora es desconocido. El templo se encuentra en la colina de “Κουρδουμπούλι”, en el extremo SO del ágora de la ciudad antigua y sobre la misma. Se trata de un templo con pronaos y cella y orientación E – W que pudo haberse edificado sobre otro de la época arcaica. Estaba construido con grandes bloques de piedra siguiendo el sistema isodómico. Su entrada estaba al este y la pronaos se comunicaba con la cella mediante un umbral monolítico. Al fondo de la cella se encontró el pedestal de la estatua de culto y frente a él una mesa de ofrendas. Frente al templo había probablemente un altar. El templo fue transformado en casa durante la época bizantina. En la margen izquierda de la actual carretera, al este de la ciudad, han salido a la luz los restos de una fuente con fachada tipo templo de finales del siglo IV o principios del siglo III a.C. Estaba constituida por una cisterna rectangular construida con grandes bloques de piedra. Su suelo estaba pàvimentado. El agua fluía a través de dos agujeros que había en el muro trasero de la cisterna. La fachada estaba formada por cuatro columnas que acababan en sendos capiteles dóricos que sujetaban un techo a dos aguas rematado por un frontón triangular. La muralla de piedra que rodeaba a la ciudad es visible hoy en día en una longitud de 4,5 km. Se levantó en el siglo V a.C. y a mediados del siglo IV a.C. se añadieron en determinados puntos torres cuadradas y redondas que se conservan todavía en buen estado y en bastante altura. Al oeste de la ciudad de Αρχαία Φυγάλεια, fuera de las murallas y a lo largo del camino antiguo que conduce al pueblo de Stomio y al río Neda, se halla un cementerio de la época helenística (siglo III a.C.) al que se accede a través de un camino de 2 km de longitud, con tumbas de fachada en forma de templo parecidas a las encontradas en Alifeira y Mesenia. Hasta el momento se han encontrado seis tumbas monumentales. Entre los hallazgos más importantes encontrados en la Αρχαία Φυγάλεια está el torso de un kouros arcaico expuesto en el Museo de Historia de los Juegos Olímpicos de la Antigüedad, en Olimpia.

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