“Sólo unas pocas ciudades conservan su antigua categoría, pero sobre todo Larisa”. (Estrabón. Geografía. Libro IX, 5, 3)

A Lárisa se llega por la autopista PATHE. Se encuentra en las orillas del río Peneos.

La ciudad debe su nombre a la bellísima ninfa Lárisa, hija de Pelasgós, que se ahogó en el río Peneos. De su rostro estaban tan orgullosos los laríseos que lo pusieron en las monedas del siglo IV a.C. Sin embargo, la investigación científica ha llegado a la conclusión que el nombre de la ciudad procedía de otra región porque su significado (Lárisa = acrópolis de piedra) no se corresponde con la pequeña colina de tierra, de una altura de apenas 25 m, sobre la que se alzaba la acrópolis de la ciudad antigua. Su régimen económico y social era parecido al de otras ciudades de la región. Su régimen político era oligárquico y las pocas familias de aristócratas terratenientes gobernaron durante siglos la ciudad. La mayoría de la población estaba constituida por esclavos, los llamados “penestes”. La ciudad era eminentemente agrícola. Como en todas las ciudades de Tesalia, estaban separadas el ágora comercial, con sus tiendas y sus talleres, del ágora en donde los “hombres libres” desarrollaban sus actividades políticas y religiosas. Aquí se encontraban los templos, los grandes edificios públicos y las casas de los notables de la ciudad. Tenían prohibido el acceso a esta ágora los agricultores y los artesanos. Según Jenofonte, el “ágora libre” de los tesalios, que permitía la segregación social, era de influencia persa. La antigua Larisa ocupaba el primer lugar entre las otras ciudades tesalias a finales del siglo VII a.C. y dominaba la mayor parte de la llanura tesalia. Era la capital de Πελασγιώτιδα una de las cuatro tetrarquías de Tesalia y sede de la unión de monetaria y política de los tesalios. Esta unión política, que se desarrolló durante los siglos VI y V a.C., tenía la forma únicamente de una Liga de carácter militar, de forma que las ciudades se desarrollaban paralelamente y cada una por separado. Sin embargo, en el siglo IV a.C. las ciudades tesalias se unieron en un estado federal, de carácter político y económico, llamado Común de los tesalios y que tenía su sede en Lárisa. Al jefe de esta formación se le denominaba ταγός. La misma denominación valía para los líderes de cada una de las ciudades confederadas. En los tiempos helenísticos estos ταγοί fueron respectivamente tres, cinco y, más raramente, siete. Según la tradición, los primeros ταγοί fueron los laríseos Ευρύλοχος, Εχεκρατίδας y Αλεύας. Αλεύας “el rubio”, hijo de Tesalio y nieto de Heracles, era el patriarca de la familia aristocrática de los Αλεύαδες, los cuales tenían estrecha conexión con la historia de Lárisa y administraron la ciudad al menos hasta finales del siglo del siglo IV a.C. Durante el mandato de los Αλεύαδες en los siglos VI y V a.C., la ciudad conoció un gran esplendor ocupando el primer lugar entre las ciudades de Tesalia. El más renombrado de sus líderes fue Θώραξ (498 a.C.), que es referido por Píndaro. Él y sus hermanos Ευρύστυλος y Θρασυδαίος fueron ταγοί de la primera unión política de los tesalios. En los tiempos de Θώραξ los tesalios siguieron a las tropas de Jerjes hasta las Termópilas. También tomaron parte en la batalla de Tanagra entre atenienses y espartanos en 457 a.C. En un principio, su famosa caballería se puso del lado de los atenienses, pero después se pasaron al bando contrario, lo que proporcionó la victoria a los espartanos. Uno de los jinetes tesalios que participó en la batalla fue Θεότιμος, hijo de Μενύλλος, que fue honrado por su sacrificio y al que se le dedicó un heroon en el santuario de Apolo Kérdoos en Lárisa. Su estela funeraria puede admirarse en el Museo Arqueológico de la ciudad. Durante la guerra del Peloponeso los lariseos participaron del lado de los atenienses. Después del 404 a.C. la ciudad se vio azotada por disputas entre facciones oligárquicas opuestas que reclamaban el poder. Por un lado, estaban los Αλεύαδες, apoyados por los atenienses, y por otro los otros grupos oligárquicos que estaban apoyados por los espartanos. Parece ser que los Αλεύαδες por esta época habían perdido su anterior hegemonía por lo que el poder pasó, finalmente, a manos de sus enemigos que, al parecer tenían un espíritu más liberal y utilizaban métodos más democráticos en el gobierno de la ciudad. Sin embargo, esta “democratización” duró pocos años porque los Αλεύαδες no se dieron por vencidos. Y así, al mando de Αρίστιππος solicitaron la ayuda económica de los persas y el apoyo militar de los macedonios para obtener el poder. Después de luchas sangrientas volvieron a conseguir el gobierno de Larisa en 402 a.C. e instauraron el régimen oligárquico dinástico con el cual habían gobernado la ciudad en tiempos anteriores. Sucesor de Αρίστιππος fue Μήδιος, el cual destruyó Fársalos el 394 a.C. que había sido ocupada por los espartanos. Fue ayudado en esta gesta por los atenienses. En estos años, la antigua rivalidad entre Lárisa y Ferés se agudiza. Los de Ferés, al mando del tirano Λικόφρονας, conquistan la ciudad incitados por los lacedemonios. Los laríseos reaccionan y recuperan la ciudad, pero la crisis era ya imparable. Resultado de la misma fue la instalación en Tesalia del poder del tirano de Ferés, Iason quien se proclamó ταγός de todos los tesalios (371 – 370 a.C.), perdiendo así Lárisa su hegemonía y su independencia política. Después de la muerte de Iason en el 370 a.C. el poder pasa a manos de sus hemanos Polidoros y Polifron. Pocos meses después Polifron asesina a Polidoros y ocupa el poder durante un año hasta que es asesinado por el hijo de Polidoros, Alejandro. Pero poco antes de ser asesinado había ocupado Larisa y construido una fortaleza en la acrópolis. Los laríseos se libraron de la tiranía con la ayuda de los macedonios, los cuales conquistaron la ciudad. En 368 a.C., Pelópidas, general de los tebanos, solicitado por los tesalios, expulsó a los macedonios de la ciudad. El 358 a.C. fue asesinado el tirano de Ferés, Alejandro, por los hijos de Ιάσον: Τεισίφονος, Λυκόφρονας y Πειθόλαος. Los nuevos tiranos volvieron a oprimir las ciudades tesalias hasta que en 357 a.C. entró en Tesalia Filipo II y liberó a las ciudades de la hegemonía de Ferés. Una segunda intervención de Filipo II tuvo lugar el 354 a.C. durante el desarrollo de la guerra sagrada. En el 302 a.C. Demetrio Poliorcetes tomo la ciudad y la liberó del yugo macedonio. Tras el pequeño paréntesis que supuso la liberación de la ciudad por Demetrio Poliorcetes, el dominio macedonio en la ciudad continuó hasta el 197 a.C., año en el que el rey macedonio Filipo V es derrotado por los romanos al mando de Cayo Flaminio en la batalla de Cinocéfalos. A partir de entonces empieza la época romana en la ciudad.

A Lárisa huye el rey Acriso, padre de Danae y abuelo de Perseo, intentando evitar el cumplimiento del oráculo que le había vaticinado la muerte a manos de su nieto. Perseo, ignorando toda la historia, llega a Lárisa procedente de Argos para participar en los juegos fúnebres en honor del padre del rey Teutámidas, y aquí, víctima de su propio destino, mata a su abuelo Acriso al lanzar un disco. Al saber del oráculo y comprender que se había cumplido, da sepultura al rey en el templo de Atenea, que corona la acrópolis local, y sintiendo vergüenza de regresar a Argos para reclamar la herencia de su víctima, se dirige con pesar a Tirinto. En Lárisa, Tiro, hija de Salmoneo y Alcídice, da muerte a los hijos habidos con su tío Sísifo al enterarse de que éste los había engendrado tan sólo como parte de un plan inspirado por el oráculo de Delfos para vengarse de su hermano Salmoneo. Al morir Éolo, rey de Tesalia, Salmoneo, su hijo, había usurpado el trono, que por derecho le correspondía a Sísifo. Éste acudió al oráculo de Delfos quien le instó a tener hijos con su sobrina pues éstos le vengarían. Así pues, acusando públicamente a Tiro del asesinato de los inocentes, logra que toda la familia de Salmoneo sea expulsada de Tesalia.

Pocas huellas arquitectónicas del brillante pasado de Lárisa han llegado hasta nosotros. Los grandes edificios públicos, las murallas, las ágoras, los templos y los santuarios se han perdido totalmente y sólo unos pocos datos arqueológicos nos permiten situar su probable ubicación. Sin embargo, las excavaciones sistemáticas que se han llevado a cabo en las últimas décadas han sacado a la luz objetos y huellas que pertenecen, sobre todo, a la época romana y helenística y, sólo en unas pocas ocasiones, a la época clásica y anteriores. La colina “Φρούριο”, que se identifica con la antigua acrópolis, es, en realidad, un asentamiento prehistórico del periodo Neolítico. En la falda este de la colina se ha descubierto un asentamiento del Bronce Antiguo. La ciudad se desarrolló sólo al sur y al este de la acrópolis ya que al norte y al oeste estaba rodeada por el rio Piniós. De las murallas de la ciudad no se han encontrado restos hasta el momento. De acuerdo con una epigrafía, estaban construidas de bloques de adobe y por eso no se han conservado. Las modernas investigaciones suponen que las murallas seguían el trazado de las murallas turcas y tenían una longitud de 6.450 m. El ágora libre, se localizaba, de acuerdo con todos los indicios, en el lugar de la plaza central de la actual ciudad, al sur de la antigua acrópolis. El famoso templo de Apolo Kerdoos, en donde estaban colocadas las resoluciones de la ciudad, se encontraba en la otra gran plaza de Lárisa, la plaza de Makarios. Tambores de columnas dóricas e inmensos capiteles dóricos que se encontraron antiguamente en este lugar quizás pertenecieran a este templo. En la colina de la acrópolis se levantaba en la época Clásica el templo de Atenea Poliás, en donde estaban depositadas las resoluciones del Común de los tesalios. De acuerdo con las epigrafías, en la acrópolis estaba también templos dedicados a Zeus Thaulios, a Zeus Omoloios, a Afrodita Anosía, a Artemisa Eilithía y a Diónisos cerca del antiguo teatro. También han salido a la luz muchas casas romanas y helenísticas dentro de un planeamiento urbanístico realizado con el sistema hipodámico. Las casas de la época helenística están construidas en su parte inferior, y hasta una altura de 1 m, con mampostería sin trabajar y barro como material de unión. Su superestructura es a base de bloques de adobe con techado de tejas cerámicas. Algunas de ellas tenían sus paredes enlucidas y en una casa rica de finales del siglo III a.C. se ha encontrado el antiguo suelo de mosaico tesalio. Este suelo representa, con pequeñas teselas negras, un gran rosetón de ocho hojas. Las calles en esta época, de entre 4 y 5 m de ancho, eran bastante anchas para la época, y fueron utilizadas durante siglos. Estaban empedadas con cantos rodados. No se han encontrado restos del sistema de abastecimiento de la antigua ciudad. Se piensa que el abastecimiento se realizaba a base de pozos, como ocurría en otras ciudades de Tesalia. El primer teatro se encuentra en la ladera sur de la colina de la acrópolis, en la calle Eleftherios Venizelos a la altura de la calle Apólonos. Es uno de los mayores y más importantes de Grecia. Se construyó durante la primera mitad del siglo III a.C., siendo rey de Macedonia Antígono Gonatás y, al parecer, su diseño está inspirado en el teatro de Diónisos de Atenas. En los primeros siglos de su funcionamiento, a excepción de la zona para las representaciones teatrales, se utilizó también para las reuniones del Común de los Tesalios. A finales del siglo I a.C. se transformó en arena romana. Estaba construido casi exclusivamente de mármol con una rica decoración plástica. Tenía capacidad para unos diez mil espectadores. Estaba cubierto en su mayor parte por edificaciones modernas. Las excavaciones para su descubrimiento empezaron en 1910 y han continuado gradualmente hasta nuestros días. La propia ladera constituía la cávea del teatro, la cual, con las excavaciones adecuadas, se conformó como un graderío con escalones de mármol. Con un pasillo perimetral de 2 m de anchura, el diázoma, la cávea se dividía en dos partes: la parte superior y la parte inferior. La parte superior, destruida en su mayoría, se dividía en 22 sectores separados por 20 escaleras de acceso. Cada uno de ellos constaba de 14 a 18 gradas formadas con escalones de mármol. La parte inferior se dividía en once sectores separados por diez escaleras de acceso. Cada uno de ellos constaba de 25 gradas de escalones de mármol. La orchestra tenía un diámetro de unos 25,5 m y la recorría perimetralmente un colector de 1,9 m de anchura exterior para la evacuación de las aguas de lluvia. Estaba cubierto con placas de mármol y traspasaba la cimentación de la escena con dos salidas al sur de las habitaciones de los extremos de ésta. Los párodoi con sus muros de contención se conservan en buen estado en una altura de 4 m. La escena, que tenía dos pisos, es la parte mejor conservada del monumento. Esta construida con bloques de mármol blanco y la altura de sus muros es de 2,8 m. Su longitud total es de 37,50 m. Está constituida por cuatro salas principales separadas por un estrecho pasillo. En la escena se distinguen tres fases de construcción. En la primera (primera mitad del siglo III a.C.), que es contemporánea con la construcción del teatro, los muros estaban construidos con bloques de piedra de poros y decorados con cuadros. Las dos habitaciones extremas tenían una entrada independiente por el muro sur y eran simplemente almacenes, mientras que las dos habitaciones interiores se comunicaban a través de puertas internas y eran espacios para la preparación de los actores. En la segunda fase (primera mitad del siglo II a.C.), frente a la escena y hacia la orquesta, se añadió el proscenio, de 20 m de longitud y 2 m de anchura. Tenía 6 parástades y 6 semicolumnas dóricas monolíticas. En la parte superior, y sostenido por las columnas, había un friso dórico, mientras que toda la estructura sostenía un altillo de madera en donde actuaban los actores. En la tercera fase de construcción, a primeros del s. I d.C., la escena sufrió una profunda transformación como consecuencia de la transformación del teatro en arena, entre ellas el añadido de un segundo piso. El teatro funcionó hasta finales del siglo III – principios del siglo IV d.C. El segundo teatro se construyó en el siglo I a.C., en plena época romana, por lo que queda fuera de nuestro estudio. Los cementerios se extienden alrededor de la antigua ciudad, a lo largo de las principales arterias. En ellos se encuentran los siguientes tipos de tumbas: Sarcófagos monolíticos de mármol, cistas, urnas de terracota, tumbas de ladrillo, enterramientos abiertos y tinajas mortuorias. En algunos casos están cubiertas por un túmulo. En la zona de Γόννοι se ha localizado un cementerio.

El museo arqueológico de Lárisa estaba ubicado en la mezquita de Γένι, que se construyó a finales del siglo XIX como regalo de la reina Olga a los musulmanes de la ciudad de Lárisa. Es la más moderna de las mezquitas de la ciudad y la única que se conserva hoy en día. En 1957 se inauguró el museo siendo Inspector de Antigüedades Δ. Θεοχάρις, quien reunió en él todos los objetos que hasta entonces se habían guardado en la colina de Φρούριο. Los hallazgos se exponían en una única sala dentro de la mezquita. Desde el 23 de junio de 2012, el museo arqueológico de Lárisa suspendió sus actividades a causa del traslado de sus piezas al Διαχρονικό Μουσείο Λάρισας, cuya exposición permanente se abrió al público a finales del 2014. Este museo ha sido construido en la colina de pinares llamada “Μεζούρλο” al sur de la ciudad, en el año 2006, sobre la variante de la antigua carretera nacional hacia Tríkala. Del estudio de las piezas recuperadas en las excavaciones se ha llegado a la conclusión de que en Lárisa no existían talleres de escultura o de fabricación de objetos de piedra al mando de importantes artistas. Las obras que se han encontrado se traían a la ciudad actual por encargo de las familias ricas y procedían del saqueo de tumbas de Γόννοι y principalmente de Άτραγα. Dispone de un único espacio para la exposición para las antigüedades prehistóricas, clásicas, helenísticas, romanas y bizantinas, distribuido en 11 salas. La SALA 1 está dedicada al periodo Paleolítico (2500000 – 10000 a.C.). La SALA 2 está dedicada al periodo Neolítico (6500 – 3200 a.C.). La SALA 3 está dedicada a la Edad del Broce (3200 – 1050 a.C.). Entre las piezas expuestas destacan: Estela antropomorfa tipo menhir: Constituye uno de los primeros intentos en Grecia de representación de la forma humana a tamaño natural en piedra. En su cabeza triangular, que está decorada con una especie de diadema o de velo, no se revelan los rasgos de la cara. En el cuerpo, que se representa esquemáticamente, puede observarse su extremo superior e inferior, el pecho, el vestido y un collar. En la parte trasera de la estela se puede ver el vestido que cubre el cuerpo desde los hombros hasta la mitad de la figura, mientras que los dos lados del cuerpo están decorados con un motivo helicoidal. La parte más baja de la estela se utiliza como base. Quizás la figura que se represente sea la de una mujer. La estela está datada como perteneciente al Bronce Antiguo (3200 -2100 a.C.). Fue encontrada en Soufli Magoula (Lárisa). Figurita de terracota tiπo Φ de la época micénica. La SALA 4 está dedicada a la Edad del Hierro (Periodo Geométrico. Finales del siglo XI – siglo VIII a.C.). Las SALAS 5 y 6 están dedicadas al periodo arcaico (siglos VI – V a.C.) y a la época clásica (siglo V – IV a.C.). Entre las piezas expuestas destacan: Parte de un friso con representación de leones atrapando a un jabalí. Árgissa. Siglo VI a.C. Urna funeraria en forma de vaso con inscripción de la frase ΕΠΙ ΤΑ ΛΑΙΑ, de derecha a izquierda, en alfabeto local tesalio. Omolio. Finales de la época arcaica. Urnas funerarias del periodo arcaico. Kranón. Tronco de un kouros encontrado en Fársala. Finales del siglo VI – principios del siglo V a.C. Urna funeraria de bronce con forma de píxide. Petróporo. Primera mitad del siglo VII a.C. Casco de bronce del tipo beocio. Siglo V a.C. Estela de Θεότιμος: Uno de los jinetes tesalios que participó en la batalla de Tanagra fue Θεότιμος, hijo de Μενύλλος, que fue honrado por su sacrificio y al que se le dedicó un heroon en el santuario de Apolo Kerdoos en Lárisa. Su estela funeraria puede datarse de mediados del siglo V a.C. Estela funeraria con representación de hoplita. Época clásica. Lárisa. Kylix del pintor de Evergidis: Kylix de figuras rojas en que se representa a un joven atleta u hoplita que se agarra con las dos manos la espinillera que se va a poner en la pierna izquierda. Detrás de él esta arrumbado su escudo. Alrededor de la figura hay una epigrafía ΗΙΠΠΑΡΧΟΣ [ΚΑ]ΛΟΣ. El kylix es producto de un taller ateniense datado del primer periodo de la cerámica roja, el llamado periodo de los vanguardistas (520 – 510 a.C.). Estela funeraria de una mujer amamantando a su bebé. Rodiá. (450 – 425 a.C.). Estela funeraria de una mujer con un frasco de esencias: Estela funeraria de la época Clásica utilizada para señalar la tumba de una mujer. Está rota en su parte superior y carece de epigrafía. En la estela se representa a una mujer que lleva en su mano izquierda un frasco de esencias y en su derecha un objeto redondo, posiblemente una pelota. Es particularmente impresionante el lujo de sus joyas. La estela fue realizada en un taller tesalio y se data de mediados del siglo V a.C. Las SALAS 7 y 8 están dedicadas a los periodos helenístico (siglo IV – I a.C.) y romano (siglo I a.C. – IV d.C.). Entre las piezas expuestas destacan: Láminas de oro inscritas con forma de hoja de hiedra de finales del siglo IV a.C. Pelineo. La SALA 9 está dedicada al periodo paleocristiano. La SALA 10 está dedicada al periodo bizantino. La SALA 11 está dedicada al periodo de la turcocratía.

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