“Con este ejército se puso en marcha Cnemo, sin esperar la flota de Corinto; y al pasar por el territorio de Argos, saquearon Limnea, un poblado sin murallas .” (Tucídides. Historia de la Guerra del Peloponeso. Libro II, 80, 8).
La antigua ciudad de Limnea se encuentra al SE de la ciudad de Amfilogía a una distancia de unos 2 km. El acceso al recinto amurallado es fácil desde la carretera nacional.
Λιμναία era una antigua ciudad acarnania en el lugar que hoy ocupa la actual Amfilogía y, concretamente, en la alta colina rocosa que se levanta sobre la parte oriental de ésta. En la cumbre de la colina se encontraba la acrópolis cuyas ruinas se conservan, mientras que, en la ladera norte, donde se halla la actual Amfilogía, estaban construidas las casas (la ciudad baja) que estaban protegidas por dos tramos de una muralla que tenían su inicio en la acrópolis y que descendían casi hasta el mar, donde quizás hubiera el barrio que constituyó el núcleo de la ciudad romana y de la posterior Amfilogía. La antigua ciudad ocupaba uno de los puntos más estratégicos de Acarnania desde el que controlaba el paso desde el interior de Etolia y Acarnania hacia el golfo de Ambrakía y la ruta costera desde Acarnania hacia el Épiro. La ciudad tenía acceso al lago Ambrakía y se comunicaba mediante túneles subterráneos con el puerto, situado en el fondo del golfo de Ambrakía. Limnea es referida por los antiguos historiadores griegos. Por Tucídides sabemos que en el 429 a.C. la ciudad no tenía murallas. Más tarde, cuando Polibio se refiere a la ciudad describiendo la campaña de Filipo V contra los etolios (219 a.C.), la ciudad disponía ya de un fuerte amurallamiento. Filipo echa el ancla en Limnea y aquí acudió el general de los acarnanios Aristofantos, quien recibió a los ejércitos macedonios como los salvadores que ayudarían a los acarnanios a liberarse de los grandes sufrimientos que les provocaban los etolios. Así pues, el ejército macedonio se dirigió hacia Thermós a la que destruyó completamente. A lo largo de su historia, Limnea siguió el destino común de todos los acarnanios, los cuales fueron siempre simpatizantes de los atenienses. Es seguro que, después de la batalla de Actio (31 a.C.) la totalidad de los habitantes de Limnea se trasladó a la recién fundada ciudad de Nikópolis.
Hoy se conserva una parte de la muralla de la acrópolis, en la que se pueden ver bonitas fábricas de mampostería, y pocos restos de edificios antiguos y medievales dentro de la plataforma natural a la que rodean las murallas de la acrópolis. Además, en buen estado de conservación, están los dos tramos paralelos de las murallas que empezaban en la colina de la acrópolis y que llegan a los actuales edificios de Amfilogía. Se conserva también, el paso subterráneo de 2 m de anchura, 1,5 m de altura y 800 m de longitud que empieza en el centro de la ciudad actual y lleva hasta la acrópolis de Limnea. Desgraciadamente, en abril de 1944 durante el bombardeo de la ciudad por parte de los alemanes una bomba destruyó una gran parte del mismo. Finalmente, en un buen estado de conservación se conserva la puerta del tramo este de la muralla.
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