El Museo Arqueológico Nacional se encuentra al final de la calle 28 de Octubre. La estación de metro más cercana es la de Omonia o la de Victoria.
El primer museo arqueológico que se constituyó en Grecia fue el de Égina en 1829, en el edificio que fue asilo de huérfanos y hoy en día prisión. El edificio neoclásico en el que se encuentra instalado el Museo Arqueológico Nacional fue iniciado en 1866 por el arquitecto Ludwig Lange y completado por Ernst Ziller en 1889. Se diseñó para acoger las piezas antiguas encontradas en la capital o que habían terminado allí tras ser encontradas en los enclaves arqueológicos más importantes del país. Hasta ese momento, dichas piezas se habían conservado, por real decreto de 1834, en el Templo de Hefesto y en otros lugares del Ágora romana, pero el espacio disponible se había llenado completamente. Aquí también se trasladaron las piezas del museo de Égina. Entre 1925 y 1939 se erigió una nueva ala. En el inicio de la Segunda Guerra Mundial todos los materiales fueron embalados y escondidos para evitar daños o destrucción. Más tarde se devolvieron al museo en una disposición organizada por el arqueólogo C. Karousos. La descripción que sigue corresponde a esta disposición que, después de la sección prehistórica, en la que el criterio de exposición es geográfico y cronológico, ordena las piezas según el material con que están hechas: mármol, bronce, cerámica. Dentro de cada categoría, la ordenación suele ser cronológica, aunque no siempre. La visita se inicia en la SALA 3. Las piezas de mayor interés son el ídolo de arcilla de Tesalia, de finales del Neolítico reciente (4500 – 3300 a.C.) y las estelas de la tumba V del círculo A de Micenas. En la SALA 4 en donde se expone la colección micénica. En ella se incluyen objetos que encontró Schliemann durante su excavación de Micenas de 1876. Los más llamativos son: un ritón de plata con una cabeza de toro (s. XVI a.C.) con cuernos, roseta y hocico de oro; la llamada máscara de Agamenón, máscara funeraria de oro (s. XVI a.C.) que Schliemann atribuyó erróneamente al famoso caudillo micénico; una daga de bronce con finas inscripciones decorativas en oro y plata de hombres armados luchando contra leones (s. XVI a.C.); una estatua de marfil de dos diosas y un muchacho (s. XIII a.C.); el famoso vaso de los guerreros (s. XIII a.C.); un vaso de cristal de roca con asa en forma de cabeza de pato; y un gran colección de anillos – sellos de oro. Existen numerosos fragmentos de frescos, entre los cuales destaca el llamado la dama de Micenas (s. XIII a.C.). Piezas fundamentales de la colección micénica son las soberbias tazas de oro de Vafio, en Laconia, decoradas con escenas de la captura de un toro (s. XV a.C.). En la SALA 5 se exponen objetos pertenecientes al neolítico descubiertos en Sesklo, Dimini y otras partes de Tesalia, de Ftiótides Thibes, Beocia, Lócrida, Lemnos, Ática y Troya. La SALA 6 recoge la colección cicládica de estatuillas pertenecientes al periodo 3200 – 1100 a.C. de dicha civilización. Tres de las más famosas son: el ídolo de Amorgós (2200 – 2000 a.C.), el arpista de Keros (2400 – 2200 a.C.) y el flautista de Keros (2400 – 2200 a.C.). (Keros es una pequeña isla deshabitada de las Cícladas). Las Salas 7 a 13 están dedicadas a la escultura arcaica. La SALA 7 se abre con una de las piezas más célebres de la cerámica griega del periodo geométrico, la magnífica ánfora del Pintor de Dípilon (mediados del siglo VIII a.C.) que muestra escenas de un difunto en su lecho de muerte. En la gran colección de esculturas de esta sala debe presentar especial atención a la estatua de mármol dedicada por Nicandra de Naxos a Artemisa (660 a.C.) en el santuario de Apolo en Delos. En la SALA 8 empieza la colección de kouroi arcaicos. Primero está la llamada Cabeza de Dípilon (610 a.C.). Luego, el célebre kouros de Sounion (600 a.C.) con una oreja con la forma abstracta de un capitel jónico. En la SALA 11 destacan dos estatuas descubiertas en Merenda, Ática, el 18 de mayo de 1972. Una representa a la kore Frasíkleia, (1,79 m de altura y datada entre 550 – 540 a.C.) y la otra al llamado kouros de Merenda (1,89 m de altura y datada entre 540 – 530 a.C.), su hermano, como piensan algunos. Las dos estatuas decoraban tumbas de miembros de una rica familia de Μυρρινούντα y fueron enterradas por los propios parientes de los difuntos para protegerlas de los ataques de los persas o de cualquier otro enemigo. La kore es obra de un conocido artista de la época arcaica de la isla de Paros, llamado Aristíon. El kouros de Milos, de mediados del siglo VI a.C., es una buena muestra de la escuela artística de las Cícladas. También se expone el kouros de Volomandra del Ática (550 a.C.), encontrado sobre la tumba de un joven, tiene afinidades con el de Milos y con el de Merenda. Destaca, también, un fragmento de estela funeraria con la cabeza de un joven discóbolo. El disco enmarca la cara de perfil casi como un halo (560 – 550 a.C.). Proviene del Dípilon del Kerameikós. La obra maestra de la SALA 13 es la estela de Aristión, obra de Aristocleos (según se dice en su base). En ella se muestra al difunto como un hoplita con barba corta, probablemente muerto en batalla (520 – 510 a.C.). Fue hallada en Belanideza de Ática. Al principio se creyó por error que esta estela había sido levantada sobre la tumba de algún caído en la batalla de Maratón. Destaca también el kouros “musculoso” de Keos (530 a.C.). En la sala se encuentra otra obra maestra: la estela frecuentemente nombrada como estela del hoplitódromos, un hoplita corriendo con armadura (fines del siglo VI a.C.). Ahora, sin embargo, se cree que este joven baila una danza guerrera llamada “pyrrychios”. En la misma sala se expone el kouros de Ptoion (santuario de Apolo cerca de Tebas). Tiene un cuerpo delicadamente tratado con un tratamiento “caligráfico” del cabello (510 – 500 a.C.). El kouros de Aristódicos fue uno de los últimos encontrados en el Ática. Fue realzado por un maestro importante, tal vez un miembro del círculo de Antenor, en torno al 500 a.C. Otra estatua interesante es la estatua de Creso, de Anávisos, en el Ática (530 a.C.). En su base está inscrito: “… detente y llora junto al monumento funerario de Creso: furioso, Ares lo mató un día mientras luchaba en primera línea.” Importante es también la base de un kouros labrada con tres bajorrelieves de escenas de palestra (510 a.C.). La SALA 14 contiene los restos hallados en 1903 de las esculturas de una más antigua composición del frontón oriental del templo de Afaia en Égina que, por causas desconocidas, pero quizás por los daños causados por los persas el 480 a.C., fueron sustituidas por otras. De este antiguo frontón oriental (500 – 490 a.C.), vemos aquí seis cabezas de guerreros. También se encuentra en esta sala el llamado Posidón de Livadostra (480 a.C.) encontrado en las aguas del golfo de Livadostra en Beocia, cerca de la antigua Kreúsida. Con su mano izquierda el dios agarraba el tridente mientras que quizás en su mano derecha tuviera un delfín. Se tiene una buena representación de un anciano fallecido en una estela funeraria de Orcomenós (principios del siglo V a.C.), firmada por Alxenor de Naxos quien estaba tan orgulloso de su arte que invita al transeúnte a mirarlo más de cerca: “Alxenor de Naxos me hizo, pero mira”. En la SALA 15 se representa el inicio de las esculturas clásicas o, más bien, corresponde a las esculturas más importantes de lo que se conoce como estilo “severo” (primera mitad del siglo V a.C.). Primero y ante todo, está el relieve en mármol de Paros del Efebo coronándose a sí mismo (αυτοστεφανόμενος) (460 a.C.) de Sounion. De la corona metálica que adornaba su cabeza le han quedado sólo los agujeros. La atención del visitante se dirige de inmediato a una gran obra de bronce atribuida por algunos a Kálamis, y por otros a Onatas. Se trata del Poseidón (o Zeus) del cabo Artemision con el dios apunto de arrojar su tridente (o trueno). Está fechada en el año 460 a.C. La representación del cabello del dios es extraordinaria. Fue encontrada al norte de Eubea en abril de 1926 con los brazos separados del cuerpo. Su altura es de 2,09 m y la distancia entre los extremos de sus manos 2,10 m. Kálamis era el presunto autor del Apolo del Ónfalos, en cuya copia, del siglo II de nuestra era, le vemos hoy representado. Su poder reside en la tensión del cuerpo, la vigorosa musculatura y la intensa carga psicológica del rostro. El gran relieve de Eleusis (440 – 430 a.C.), descubierto en 1857, muestra a Deméter y a Kore ofreciendo protección a un adolescente iniciado en actitud de adoración. (Antes se creía que el adolescente era Triptólemo, un semidiós y un héroe que aprendió de Deméter las artes de la agricultura y a su vez las enseñó a los griegos). En la SALA 16 podemos ver estelas áticas en forma de pseudosepulcros. Una de las más importantes es la estela de Égina, rematada por un elegante friso de palmas y flores de loto. Es de alrededor del 430 a.C. Otra pieza sobresaliente es el lekythós de mármol de Myrrina (420 a.C.), de un escultor que parece haber estudiado con Calímaco. Hermes acompaña a Myrrina (la difunta cuyo nombre aparece escrito en la figura) al inframundo en presencia de tres personas. La SALA 17 prosigue con la exposición de los relieves incluyendo ejemplos de relieves votivos. Uno de ellos, el relieve de El Pireo, que muestra escenas de un banquete con Diónisos y que algunos investigadores asocian a la tragedia de las Bacantes, y el otro el llamado relieve de Céfiso que está labrado por ambas caras. En un lado están, sobre carroza de cuádriga, Equelos, un héroe ctónico, con la ninfa Basile, también divinidad ctónica. Delante se encuentra Hermes “ninfagogos” (“que guía a la novia”) que conduce la carroza. En el otro lado está representada Artemisa, tres ninfas y el río Kifisós con cuernos en la cabeza. La estela fue encontrada en Fáliro, en donde desemboca el río. Ambos están datados en el 410 a.C. Sin embargo, la pieza más notable es una cabeza de Hera atribuida al círculo de Policleto el Viejo y encontrada en el Heraion de Argos (alrededor del 420 a.C.). La SALA 18 es el hogar de la célebre estela de Hégeso (400 a.C.). Las SALAS 19 y 20 contienen esculturas originales del siglo V y IV a.C. y también copias romanas, entre ellas la Atenea Varvakeion (Sala 20), una copia pequeña y poco animada del siglo II d.C. de la estatua crisoelefantina de Fidias en el Partenón. La SALA 21 se conoce también como sala del Diadoúmenos, por la copia romana de Delos de la obra maestra de bronce de Policleto el Viejo (430 – 420 a.C.), creador también de la famosa estatua de “el Doriforo”. Esta obra tardía del maestro argivo, muestra a un atleta que ciñe en su cabeza la cinta de la victoria. La otra pieza maestra de la sala es la estatua de bronce de un muchacho a caballo que se halló en el mar frente a las costas de Artemision junto con un trozo del caballo en el mismo pecio en que se halló el Zeus, pero dos años más tarde, esto es 1928. Tuvieron que pasar 9 años para que se encontrara el resto del cuerpo del caballo en Ωρεοί y comprender que jinete y caballo pertenecían al mismo conjunto. En la SALA 34 encontramos un altar monolítico de mármol erigido sobre un zócalo formado por tres gradas y dos relieves. En el primer relieve, del 360 a.C. vemos a tres ninfas (deidades femeninas menores, hijas de Zeus, típicamente asociadas a un lugar natural concreto, como puede ser un manantial, un arroyo, un monte o una arboleda), a Hermes, a Pan y delante de ellos a los tres dedicantes. La SALA 22 contiene esculturas arquitectónicas y decoraciones tomadas del santuario de Asclepio en Epidauro, de la que quedan tres acroteras atribuidas a Timoteo. En el mismo taller trabaja Hectóridas, un tal “Teo…” y otro maestro. El primero fue el responsable del frontón este y el último del frontón oeste (caída de Troya en el este y una Amazonomaquia en el oeste). La estatuilla de mármol de Higieia conjunta admirablemente las nociones del desnudo y del ropaje. Las SALAS 23 y 24 regresan al tema de los monumentos funerarios con hermosos ejemplos del siglo IV a.C. En la SALA 23 tenemos la estela de Ilisós es muy conocida. Algunos expertos consideran que fue producida por el taller de Escopas, pero no se cuestionan las influencias de los otros maestros del siglo como Praxíteles y Lisipo. Otra estela famosa de esta sala es la llamada estela de la despedida de mediados del siglo IV a.C. Las SALAS 25, 26 y 27 contienen las colecciones de los decretos áticos y relieves votivos. Destaca, en la SALA 25, la estatua de Asclepio de El Pireo, llamada “Asclepio de Muniquia”, de la segunda mitad del siglo IV a.C. La SALA 28 tiene monumentos funerarios y esculturas del periodo clásico tardío. Una de las últimas estelas funerarias áticas del siglo IV a.C. es la que fue esculpida para la tumba de Aristonautis. Otra estela importante es la de Jerón y Lissipe, que formaba parte de un templete funerario del recinto de Jérocles, padre de Jerón, en la Vía Sacra nórdica de Ramnoús. Está datada en el 325 a.C. En el centro se alza el efebo de Antikýthira, (quizás represente a Paris con la manzana o al dios Hermes examinando una tortuga) un bronce original del 340 a.C. que se encontró en 1900 por pescadores de esponjas en el lugar llamado Πινακάκια των Αντικυθήρων, en un barco hundido entre 85 – 80 a.C. con obras de arte robadas de un gran centro helenístico del Asia Menor destinadas a una clientela italiana. El grácil movimiento hacia arriba de esta creación semeja el arte de Lisipo, aunque la solidez del torso hace recordar a Policleto, y la cabeza a Praxíteles. Quizás sea obra de Eufránor. También encontrada en el mar, esta vez en el golfo de Maratón por unos pescadores en 1925, fue otra bella estatua de bronce de un efebo, menor de lo corriente. Es una variante del Apolo Sauróktonos y es obra del taller de Praxíteles, datada entre 340 – 330 a.C. Tiene una altura de 1,30 m y sus manos no son las originales, que se habrían sustituido en la antigüedad por motivos desconocidos. La serie de bronces excepcionales continúa con la cabeza de un boxeador (tal vez de Sátiro de Elis) que se ha atribuido al escultor ateniense Silanión (340 a.C.). Había vencido cinco veces en los Juegos de Nemea, dos en Delfos y dos en Olimpia. La SALA 29 marca el inicio de la escultura helenística con la estatua monumental de Temis del templo de Némesis en Ramnous del escultor Queréstrato de principios del siglo III a.C. Una obra conocidísima del escultor ateniense Poliéucto fue la estatua de bronce del gran orador ateniense Demóstenes que fue hecha alrededor del 280 a.C. La cabeza que vemos aquí es una copia del siglo II de nuestra era. La SALA 30 contiene un busto de bronce de gran calidad. Del mismo barco naufragado que nos dio el famoso efebo de Antikýthira proviene la cabeza de bronce del “filósofo de Antikýthira”, como fue llamada, del 240 a.C. Este busto marca el fin del helenismo. Una colosal estatua de Poseidón de Milos (final del siglo II a.C.) se alza en el centro de la sala en una pose poderosa pero teatral. El grupo de Pan y Afrodita de Delos (hacia el 100 a.C.) es rico en contrastes. Fue ofrenda de un comerciante sirio a los dioses de su patria. Una cabeza de bronce del siglo I a.C., proveniente de Delos, pertenece a algún hombre desconocido que fue honrado allí. Presenta una sorprendente viveza, pero el modelado de la cara no aspira a conseguir una belleza ideal sino a exteriorizar la vida interna. Las SALAS 31, 32 y 33 guardan la colección de esculturas romanas que son, sobre todo, retratos de los emperadores. En la SALA 36 se exhibe la colección de bronces del arqueólogo K. Karapanos que encontró las piezas en Dódona a finales del siglo XIX. Las SALAS 37, 38 y 39 contienen también bronces de otros lugares de Grecia. Las SALAS 40 y 41 contienen una de las colecciones egipcias más importantes de Europa. La SALA 42 tiene una pequeña colección de piezas bizantinas. Desde aquí, subiendo las escaleras, se llega a la SALA 48, opuesta a la escalinata, en donde pueden verse los célebres frescos de Thira, considerados uno de los descubrimientos arqueológicos más importantes del siglo XX. Están los frescos de los lirios, los boxeadores y los antílopes. Siguiendo en la planta superior las colecciones de cerámica pueden verse en las Salas 49 – 56. Se trata de una de las mejores colecciones del mundo, simplemente por la extraordinaria cantidad de piezas expuestas. La disposición de las piezas es cronológica. Empieza en el primer periodo geométrico, sigue por éste y avanza a la época orientalizante, para llegar, gradualmente, a la producción de los vasos negros, rojos y de fondo blanco antes de terminar con una categoría muy especial de vasos, las ánforas panatinaicas del siglo IV a.C. Estas piezas de fondo negro se ofrecían como premios a los ganadores de los juegos organizados para celebrar la Gran Panatenea. SALA 49: Dedicada a la cerámica protogeométrica y geométrica. Destacan: el Ánfora de Dípilon, que muestra una escena funeral del 750 a.C. SALA 50: Dedicada a la cerámica geométrica y orientalizante. Destacan: Crátera de Dípilon, con carros y una escena funeral del 750 a.C. La hidría del pintor de Análatos (localidad cercana a Atenas), con un baile de hombres y mujeres, y leones heráldicos, del 700 a.C. SALA 51: Dedicada, principalmente, a la cerámica protoática. Destacan: Ánfora de Milos. En ella se representa a Apolo llevando una lira, acompañado por dos musas, mientras que su hermana Artemisa está delante con su arco y flechas, sujetando con su mano derecha a un ciervo por los cuernos. Esta ánfora (640 a.C.) pertenece a una categoría especial de cerámica orientalizante, la variedad de Milos. Ánfora del pintor de Neso, encontrada en una tumba del Ática, con Heracles luchando contra el centauro Neso en el cuello y Perseo matando a la Medusa en el cuerpo (s. VII a.C.). SALA 52: Dedicada a la cerámica ática de pinturas negras (cerámica melanómorfa) del siglo VI a.C. Destaca: Fragmento de un dinos (vasija grande para mezclar agua y vino) de Sófilos, el primer pintor del estilo melanómorfo de quien conocemos su nombre, encontrado en Fársala de Tesalia, en donde se representan juegos funerarios en honor de Patroclo (580 – 570 a.C.). SALA 53: Dedicada a la cerámica melanómorfa del siglo VI a.C. Destaca: Lekythos del pintor de Amasis decorado con el rapto de Helena (530 a.C.) SALA 54: Dedicada a la cerámica de figuras negras y de figuras rojas. Destaca: Crátera del pintor de Siriscos con Teseo y el Minotauro (480 a.C.) y el Epínetron (utensilio de terracota para las hilanderas) del pintor de Eretria con escenas de gineceo de Alcestis y de la boda de Harmonía (alrededor del 425 a.C.). SALA 55: Dedicada a los lekythoi blancos. Destacan los lekythoi funerarios en fondo blanco del pintor de Aquiles (470 – 450 a.C.), del pintor de Caronte (450 – 440 a.C.) y el famoso lekythos blanco ático de Eretria (410 a.C.). SALA 56: Dedicada a las ánforas panatinaicas. Destacan: Copa del pintor de Pistóxenos representando la muerte de Orfeo (470 – 460 a.C.). Ánforas panatinaicas (siglo IV a.C.).
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