El Museo de la Acrópolis se encuentra en la calle Dionisiou Areopagitou, al lado de la estación de metro de Acrópolis.

El nuevo Museo de la Acrópolis se inauguró el 20 de junio de 2009, obra del arquitecto suizo Bernard Tschumi. Lo más importante del museo es la exposición de las metopas, el friso y los frontones del Partenón en su totalidad, los “mármoles” del monumento, junto con los que se encuentran en el Museo Británico y en el Louvre que aparecen como copias. El museo está construido sobre el solar llamado Μακρυγιάννη en el que se descubrió un sector del entramado urbano de la antigua ciudad con restos que abarcan desde el cuarto milenio a.C. hasta el principio del siglo XIII d.C. en que el lugar se abandonó definitivamente. Durante el paso de los siglos las nuevas construcciones se iban superponiendo a las antiguas, sin embargo, los ejes básicos se conservaron a través de los años. El asentamiento de los tiempos históricos se organizaba entre dos calles que convergían fuera del recinto del teatro de Diónisos. La arteria central se encontraba más al este, dividía la ciudad y conducía a dos puertas de la muralla, la Acharniana al norte y la de Fáliro al sur. Una tercera calle se dirigía a los barrios occidentales y al Ágora. Entre ellas una red de calles secundarias configuraba las manzanas. Hoy, dos de las calles principales son visibles dentro y fuera del museo. La casa mejor conservada, perteneciente a la época helenística es la llamada casa Θ, en el extremo SO de la excavación con su suelo de mosaico. A principios del siglo VII d.C. el llamado edificio E´ es el principal del asentamiento. Era un edificio de dos plantas. En el centro del edificio destaca su sala circular, que probablemente era una sala de recibimiento. Esta sala es hoy visible bajo la entrada de la sala hipóstila del museo. La visita al museo comienza con la SALA DE LAS LADERAS DE LA ACRÓPOLIS, en la PLANTA BAJA. En sus vitrinas se exponen objetos pertenecientes tanto al antiguo asentamiento como a los santuarios que se encontraban en las laderas. A LA DERECHA, dentro de grandes vitrinas, se exponen los objetos pertenecientes al antiguo asentamiento. Dos Nikes de arcilla (s. I – III d.C.), sobre sus altos pedestales, reciben al visitante. Se consideran acroteras de algún edificio público de los existentes en la ladera sur. En la vitrina 1 se exponen vasijas. Durante los periodos protogeométrico y geométrico, una gran parte de la zona se utilizó como cementerio, con tumbas de diversos tipos. En esta vitrina se exponen los enseres de 10 tumbas datadas entre el siglo X a.C. hasta el siglo VIII a.C. En las vitrinas 2 y 3 se exponen hallazgos del asentamiento de los tiempos históricos ordenados por materias. La colección se cierra con los hallazgos pertenecientes a la casa de Procles, una lujosa mansión que se descubrió al SE del Teatro de Herodes Ático, perteneciente al famoso filósofo que perteneció a la escuela neoplatónica (437 – 485 d.C.). Enfrente del Teatro de Herodes Ático, se encontró un recinto elipsoidal con un altar y miles de trozos de vasijas y estatuillas. Se trataba de un santuario dedicado a las Ninfas protectoras de las bodas y de las ceremonias nupciales a las que se les ofrecían lujosas vasijas con el agua que se utilizaba en dichas ceremonias. La vitrina 4 contiene las más antiguas vasijas, las pertenecientes a los siglos VII y VI a.C. que están decorados con figuras negras. La vitrina 5 contiene vasijas pertenecientes a los siglos V y IV a.C. decoradas con figuras rojas. En las ceremonias nupciales también se festejaba a Afrodita Urania que tenía su santuario en la ladera norte de la Acrópolis. En el recinto del santuario estaba colocado el tesoro de mármol que hoy se expone en esta sala. En la vitrina 6 se exponen diversos objetos relacionados con los contrayentes y con la ceremonia nupcial datados entre el siglo VII y el siglo I a.C. Después de los hallazgos pertenecientes a la casa de Procles, como la mesa funeraria de sacrificios del 350 – 325 a.C., se exponen relieves y epigrafías correspondientes a pequeños santuarios de las laderas de la roca. Dos relieves provienen del santuario de la zona de la Fuente del Asclepieion en el cual existía culto a las Ninfas, a Pan, a Hermes y a Afrodita. El primero es una ofrenda de Archandro a las Ninfas y a Pan, de finales del siglo V a.C. En él se encuentra a la izquierda el oferente frente a un altar, a la derecha tres Ninfas y arriba a la izquierda Pan. El segundo es arcaizante (segunda mitad del siglo II a.C.). Representa a la izquierda a Pan tocando la flauta, a Apolo tocando la cítara sentado en una roca y a Hermes como guía de las tres Ninfas que bailan en torno al altar. Al santuario de Blaute y Gea Kourotrofos pertenece la ofrenda del zapatero Sílonas (mediados del siglo IV a.C.), una altísima estela en la que en la parte de arriba está representado el oferente al que se le acerca reptando una gran serpiente. EL LADO IZQUIERDO de la sala está dedicado a los hallazgos correspondientes a los grandes santuarios de la ladera sur (Asclepieion y Teatro de Diónisos) y a los pequeños santuarios de la ladera norte (Pan, Ninfas, Apolo, Afrodita y Aglauro). En medio de esta ala destaca un gran relieve que era un hito de delimitación del Asclepieion (420/419 a.C.). La fama de este templo está demostrada por la gran cantidad de objetos votivos encontrados. Algunos son grandes relieves ofrendas de comerciantes mientras que otros, pequeños, pertenecían a simples ciudadanos. Uno de los relieves más antiguos, datado del 400 a.C., presenta a Asclepio sentado en una roca entre su hija Igeia y un adorador del dios. Otro, de la misma época, ofrenda de un carretero en el que está representado él mismo con su carro dirigiéndose a la tríada asclepíade (Asclepio, Ipione y Igeia) para agradecerles su curación. Pero la más impresionante de las ofrendas votivas del siglo IV a.C. es el relieve votivo con forma de esquina de unión entre dos edificios, un templete y una stoa. En el templete se representa a Asclepio de pie con su mujer Ipione sentada mientras que al lado está su hija Igeia. En el lado derecho, adoradores llevan al altar un cerdo para su sacrificio y otros regalos dentro de un gran recipiente que porta el último de la fila. Un ex voto curioso es la llamada ofrenda de Praxías que es la parte superior de un rostro femenino con los ojos de piedra semipreciosa (350 – 300 a.C.). A continuación de la colección dedicada al Asclepieion tenemos la colección de piezas pertenecientes al Teatro de Diónisos. A ella pertenece una gran máscara del dios (siglo I a.C.). Destaca en este conjunto de piezas una estatua de Paposilenos que lleva a hombros al pequeño Diónisos que porta una máscara. Se trata de una copia romana del siglo II a.C. de un original griego del siglo V a.C. Impresionantes son también dos placas con relieves de bailarinas que pertenecían a la decoración del pedestal de una gran estatua. A las figuras se las ha identificado con las Horas, hijas de Zeus y de Temis y hermanas de las Moiras, o con personificaciones de las épocas del año. Se trata de una obra de un taller neoático (s. I a.C.) inspirada en originales de los siglos V y IV a.C. EL PRIMER PISO del Museo está dedicado a las obras del periodo micénico y a las del periodo arcaico. A LA IZQUIERDA de la escalera de subida el disco de bronce con la Gorgona alada nos introduce en la primera época arcaica o finales del periodo geométrico. Pertenecía a la decoración del pequeño templo (“Mansión bien construida de Erecteo”) que se edificó a finales del siglo VIII a.C. en el lugar donde estaba el primitivo palacio micénico. Enfrente de la escalera puede verse la reconstrucción del frontón occidental del primer Partenón (570 a.C.), el llamado “Εκατόμπεδον”, con una anchura de 20 metros. En él se representa a Heracles luchando con Tritón, a la izquierda; dos leones despedazando a un toro, en el centro; y al demon de tres cuerpos a la derecha. En pedestales separados se exponen grupos escultóricos que se han atribuido al frontón oriental y a las metopas del edificio: leona despedazando a un ternero, dos enormes serpientes, una pequeña cuadriga y trozos de panteras. Se expone, junto con estos, la terminación de una sima del mencionado edificio. El llamado Frontón de la Hidra, de 6 m de largo, pertenece a un pequeño edificio no conocido de principios del siglo VI a.C. Representa, en bajo relieve, a Heracles matando a la Hidra de Lerna ayudado por el cangrejo. A espaladas de Heracles está Yolao que presencia la lucha subido a un carro. Junto con los relieves arquitectónicos se exponen las esculturas votivas, como las Kores, y el conjunto de los jinetes en la mitad de la sala o junto a las columnas. El desarrollo de la exposición empieza con las antiguas obras de los talleres isleños de escultura, principalmente de Naxos y Paros, y continúa con el primer taller ateniense de entorno al 570 a.C. Pieza central es el famosísimo “Μοσχοφόρος” (570 a.C.) al que sigue la colección de las Kores que se han agrupado con un criterio cronológico. La más importante es la llamada “Πεπλοφόρος” (530 a.C.). A su lado se encuentra el Perro de caza (520 a.C.), obra del mismo artista. Pero la obra maestra de este artista es, sin duda, el Jinete Rampin (550 a.C.), que nos introduce en el grupo de los jinetes votivos. El centro del grupo lo ocupa el Jinete Perses (500 a.C.). A lo largo del gran pasillo se alza el gran conjunto escultórico del frontón de la Gigantomaquia que decoraba el Antiguo Templo de Atenea. Lo componen tres figuras de Gigantes entre los cuales destaca la diosa Atenea. A la derecha del frontón se exponen dos relieves con la representación de Hermes y un auriga (520 a.C.) que se atribuyen al friso del templo. En frente del frontón de la Gigantomaquia se exponen obras del siglo VI a.C., ofrendas de comerciantes y artesanos a Atenea Ergani, que quizás esté representada por la Atenea sentada. Puede que se trate de la estatua que vio Pausanias, obra de Endeo y ofrenda de Kalias. La “Kore de Anténor” (520 a.C.), ofrenda del alfarero Nearchos, es otra pieza importante del conjunto, así como la “Kore de Quíos” (finales del siglo VI a.C.). Entre las Nikes destaca la “Nike de Calímaco”, ofrenda del general que cayó en la batalla de Maratón. Particular interés histórico presentan las obras con las señales de la destrucción persa, un kouros y dos kores y otros pedazos de estatuas quemadas. Enfrente y en oposición a estas obras, se alzan las creaciones del “estilo austero”, el estilo que aparece después del 480/479 a.C. y que se corresponde con el primer estilo de la época clásica. La pieza central es el “Efebo de Kritios”, efebo de mármol de Paros, procedente del taller de Kritios y realizado poco antes del 480 a.C. A su lado se expone la “cabeza de efebo rubio” (485 – 480 a.C.), probablemente realizada por un maestro de Fidias, y la “Kore de Eutídico” de hacia 490 a.C. De ella se conserva la parte superior del cuerpo desde la cintura y las piernas, desde medio muslo hacia abajo. Es famosa también la escultura que muestra la “parte anterior de un caballo” consagrado a Atenea, obra de la década 490 – 480 a.C. Dentro de vitrinas se exponen la “estatua dorada de Atenea”, la “Atenea Promachos” y la “cabeza de hoplita barbudo”. Esta colección termina con el famoso relieve votivo de Atenea pensativa (“Η σκεπτομένη Αθηνά”), del 460 a.C., encontrada en 1880 entre las ruinas de la Acrópolis. En vitrinas empotradas en las paredes del lado este y noroeste de la sala, se exponen fragmentos de elementos arquitectónicos, esculturas de arcilla, caliza y mármol, cabezas de muchachas y de jinetes y pequeños objetos de bronce. Entre estas piezas de bronce se encuentran las ofrendas más antiguas del santuario: piezas de calderos de bronce sobre trípodes (s. VIII – VII a.C.) y figuritas de Atenea, atletas, etc. El cuadro del οπλιτοδρóμος, rara muestra de pintura arcaica, se expone libre de retoques. Después de la exposición de las obras escultóricas de estilo severo, el recorrido del visitante continúa subiendo hasta el TERCER PISO dónde se exponen las ESCULTURAS DEL PARTENÓN. En la sala con mamparas de cristal, que se corresponde con el Partenón en orientación y dimensiones, se expone la totalidad de la decoración escultórica del monumento clasificada en tres unidades: metopas, friso y frontones. En esta exposición conviven auténticas esculturas de mármol originales con copias en escayola de las piezas que se encuentran en otros museos. En este apartado nos hemos limitado a incluir únicamente la práctica totalidad de las piezas originales que se encuentran en este Museo, dejando para otros lugares del estudio las piezas originales que se encuentran en otros museos. Así pues, tenemos: Metopas 1 y 2 del lado sur Metopa 9 del lado este Metopa 32 lado norte Metopas 1 y 2 del lado oeste Elementos del frontón este Elementos del frontón oeste Placas I, II, IV, XIV, XVI, XVII, XVIII y XXXVII del Friso sur Placas III, IV, V, VI, VII, VIII, IX, X, XI, XII, XIII, XIV, XV y XVI del Friso oeste Placas II, VI, IX, X, XIX, XXIII, XXXIV, XXXV y XXXVI del Friso norte Placa VI del Friso este. La visita continúa bajando al PRIMER PISO a las secciones norte y occidental, donde se exponen decoraciones escultóricas auténticas y fragmentos de elementos arquitectónicos de otros monumentos clásicos de la Acrópolis: Propileos, Erecteion y Templo de Atenea Nike. A la colección dedicada a los Propileos nos introducen dos estelas de Hermes de Alkamenes. De la decoración escultórica del Erecteion se exponen fragmentos de los dos frisos que decoraban la entrada norte y el edificio central. Cerca del friso se expone la lámpara de bronce con forma de barco de guerra que se encontró dentro del Erecteion. En un voladizo visible desde la planta baja sobre un bajo pedestal con forma de Π se exponen cinco de las seis cariátides que soportaban el techo de la entrada sur del Erecteion, colocadas guardando las mismas distancias entre ellas que las correspondientes al templo original. Cuatro de ellas se encuentran íntegras mientras que la llamada cariátide F ha sido reconstruida utilizando los fragmentos encontrados. De la decoración escultórica del Templo de Atenea Nike se exponen sobre altos pedestales 8 fragmentos del friso este; y sobre pedestales bajos, placas de la valla de mármol que rodeaba al templo. También, en vitrinas, fragmentos de esculturas. Entre las placas destaca la de la famosa “Σανδαλιζόμενη Νίκη”. La SALA DE LOS HALLAZGOS DE ÉPOCA POSTERIOR AL PARTENÓN (s. V a.C. – s. V d.C.) contiene ofrendas de la época clásica, epigrafías y retratos de diferentes políticos o caudillos de los tiempos helenísticos y romanos que desempeñaron un importante papel en la ciudad de Atenas. Impresionante es la cabeza de la estatua de culto de Artemisa Brauronia protectora de los partos y las parturientas. Era obra de Praxíteles (330 a.C.) que realizó para el santuario de la diosa en la Acrópolis. Entre las ofrendas de la época clásica destaca el conjunto de Procne (hija del rey Pandión, hijo, a su vez, de Erecteo) y su hijo Itis, obra, quizás, del escultor Alcámenes, discípulo de Fidias (430 a.C.) que se encuentra situada cerca de la parte del museo correspondiente al Templo de Atenea Nike. Destaca también la ofrenda con la representación de la nave Páralos (el llamado relieve Lenormant) de finales del siglo V a.C. Entre los retratos de caudillos famosos destaca el de Alejandro Magno obra del escultor Leocharos. Se colocó en la Acrópolis poco después de la batalla de Queronea (336 a.C.).

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