“Pero finalmente sobornó con dinero a los que mandaban a los olintios,Eutícatres y Lástenes, y capturó Olinto por la traición de éstos.” (Diodoro Sículo. Biblioteca Histórica. Libro XVI, 53,2)
Al este del pueblo del mismo nombre, a 80 km de Tesalónica y 4 km del mar. Para acceder al yacimiento tomamos la autopista desde Tesalónica en dirección Potidea y Nea Moudaniá. En el segundo enlace de la autopista con la anterior localidad salimos de la vía con dirección a Olinto. En las afueras del pueblo se encuentra el yacimiento.
Olinto estaba construida entre dos mesetas, en un lugar con restos del Neolítico reciente (3000 – 2500 a.C.). Se fundó en lo más profundo del golfo Toroneo mediante un sinecismo de muchos asentamientos costeros. Su nombre prehelénico significa higuera silvestre y, según la tradición, fue fundada por Ólintos, hijo de Heracles y de Volvi. Heródoto, sin embargo, nos dice que fue fundada por los botianos, un pueblo que vivía entre los ríos Axiós y Loudiás, los cuales se trasladaron a Chalkidikí después de haber sido expulsados por los macedonios en el siglo VII a.C. La ciudad fue destruida por los persas en el año 479 a.C. cuando regresaban a Asia después de haber sido derrotados en Platea y, seguidamente, pasó a manos de los chalkídikos. Su periodo de esplendor se remonta a la época clásica. Participó en la Liga de Delos como un miembro activo, pero en 440 a.C. abandonó a los atenienses para convertirse, durante un periodo de veinte años, en la ciudad más rica y más poblada de la región, acogiendo a las sucesivas olas de emigración que, desde Potidea (429 a.C.), Mendi (423 a.C.) y Singo (antes del 422 a.C.), se produjeron a causa de las consecuencias que la guerra del Peloponeso provocó en la región. En el 432 a.C. se funda el Común de los Chalkídicos, una liga de 32 ciudades costeras de Chalkídikí con capital en Olinto, que era ahora una nueva ciudad, construida con el sistema hipodámico, y con una población que alcanzaría los 10.000 habitantes a mediados del siglo IV a.C. A causa de su creciente poderío tuvo que enfrentarse a Amintas III de Macedonia (379 -370 a.C.) y los de Olinto y sus aliados ocuparon la ciudad de Pela. Por la misma razón, sufrió un ataque espartano entre los años 382 y 379 a.C., quienes la cercaron y llegaron a ocuparla por un corto periodo de tiempo. Durante la hegemonía de Tebas, Olinto recupera su perdido prestigio y vuelve a romper con Atenas (368 – 358 a.C.) a causa de las disputas por la región de Amfípolis. De este hecho pretende aprovecharse Filipo II quien intenta ganarse su amistad ofreciéndoles en el 356 a.C. Potidea y la región de Anthemoús. En esta época, la ciudad vuelve a coger las riendas del Común de los Chalkídikos y deviene en capital de la Liga Chalkídika. Sin embargo, la alianza de Olinto con Filipo no duraría mucho a causa de interponerse aquélla en los planes de éste. Además, la ciudad acogía a dos hermanastros de Filipo, Arrideo y Menelao, que pretendían su trono. La ciudad sería conocida a causa de las famosas Filípicas del ateniense Demóstenes quien, sin embargo, no consiguió que los atenienses enviasen la necesaria ayuda. En el 348 a.C. Filipo ataca la capital del Común de los Chalkídikos, arrasa la ciudad y vende a sus habitantes como esclavos. Se dice, que Alejandro Magno, a pesar de que tenía en gran estima al filósofo de Olinto, Calístenes, se negó a escuchar sus súplicas de reconstruir la ciudad.
La campaña de excavaciones sistemáticas se llevó a cabo por primera vez por la Escuela Americana de Arqueología bajo la dirección del profesor D. Robinson entre los años 1928 y 1938. Es la única ciudad de Chalkidikí de la que se ha excavado sistemáticamente una gran parte. En el transcurso de cuatro campañas de excavación se descubrió la mayor parte de la ciudad, unas cien viviendas, y salió a la luz una de las mejores muestras del urbanismo hipodámico y de la arquitectura de las viviendas de la época clásica. La investigación ha proporcionado nuevos e importantes datos sobre el modo de vida de los griegos en los últimos años de la época clásica. No se han encontrado objetos de lujo porque, probablemente, la ciudad fue saqueada después de su destrucción. En 1990 el Servicio de Arqueología Griego comenzó la reconstrucción de los monumentos y la adecuación del lugar arqueológico con fondos de la UE y del ministerio de cultura. Hasta ahora se han reconstruido bastantes parcelas y tres edificios públicos de la época clásica en la colina norte. La total adecuación del yacimiento avanza, pero está aun sin terminar. El yacimiento sólo es parcialmente visitable. La ciudad se levantó sobre dos mesetas, de las cuales la más al sur fue la primera que se habitó. Aquí se desarrolló la ciudad antigua que fue quemada por los persas y totalmente abandonada. Sobre la meseta de más al norte se construyó la ciudad de la época clásica diseñada con el sistema hipodámico. El recinto arqueológico tiene una extensión de unas 50 ha, comprende las dos colinas, incluidos sus pies en donde se encuentra el centro de recepción de los visitantes en el que puede verse una exposición fotográfica. Desde la entrada del lugar arqueológico una cuesta arriba nos conduce a las dos colinas. La antigua ciudad, construida con un embrionario planeamiento urbanístico, ocupaba toda la colina sur. Se conservan dos avenidas, a lo largo de los márgenes este y oeste de la ciudad, que se comunicaban entre sí por calles transversales. En una de las avenidas se han localizado tiendas, pequeñas viviendas y fosos de almacenamiento, mientras que en la zona norte de la colina ha salido a la luz el centro administrativo de la antigua ciudad: el ágora antigua (P), construida por los colonos calcídicos, y un edificio rectangular de tres partes construido a finales del siglo VI o principios del siglo V a.C., que pudiera haber sido el antiguo Pritaneion. Εn una oquedad de la meseta se encontraba el teatro. En el extremo sur de la misma meseta, además, se encuentran huellas de un asentamiento neolítico (Q). La ciudad de la época clásica se fundó sobre la meseta norte, en una extensión de unas 30 has de las cuales se han excavado y reconstruido sólo el 10 por ciento. Estaba dividida en 64 parcelas cuadrangulares las cuales estaban delimitadas por calles perpendiculares entre sí. Las de dirección norte – sur tenían una anchura de entre 5 y 7 m y las perpendiculares 5 m. Cada manzana comprendía 10 parcelas cuadrangulares de 26 x 10 m con cinco viviendas en cada uno de sus lados más largos. Cada uno de los dos grupos de 5 viviendas con los que se constituía la manzana estaba separado por un estrecho callejón pavimentado para la evacuación de las aguas provenientes de los tejados. Las viviendas tenían dos pisos en su lado norte y un patio pavimentado en su lado sur. En lo que respecta a las viviendas, eran de planta cuadrangular de 17,2 m de lado. El tipo más común tenía un pequeño vestíbulo (a1) de entrada que conducía al patio (a2). El patio estaba pavimentado y en él había habitualmente pozos o pequeñas cisternas para el almacenamiento de agua, y un pequeño altar en el centro para el culto de Zeus Erkios, protector de la familia y del hogar. A él tenía salida el andrón (a3), cuyo suelo estaba adornado frecuentemente por mosaicos con figuración vegetal y antropomorfa, en donde se celebraban los banquetes. Los mosaicos encontrados en estas casas son los más antiguos encontrados en suelo griego (finales del siglo V y principios del siglo IV a.C.). El extremo norte del patio estaba ocupado por la pastada (a4), una stoa de 3 o 4 pilares de madera con basas y capiteles dóricos de piedra. Las estancias privadas de las casas daban a este pórtico. El hogar (a5), en el que se reunía la familia para comer, estaba flanqueada por la cocina (a6), la despensa (a7) y el baño (a8), a menudo con bañera, y por el dormitorio (a9) de los dueños. Los dormitorios de las mujeres y de los esclavos estaban en el piso superior. Junto a la entrada, una tienda (a10) se abría directamente a la calle. Las casas, exteriormente eran muy parecidas. Interiormente, sin embargo, diferían en cuanto a la calidad y el gusto en la utilización de diferentes materiales. Las paredes estaban frecuentemente recubiertas de estuco pintado de diferentes colores (azul marino, blanco, rojo y verde) formando bandas separadas entre sí por líneas incisas. Los suelos de la mayoría de las habitaciones eran de arcilla prensada. Los mosaicos adornaban los suelos de las habitaciones más importantes. El ágora estaba situada en el extremo sur del sector central de ciudad. Aquí estaban localizados sólo tres edificios públicos: El Bouleuterion, del tipo stoa dórica, (L), la fuente pública (K) y un edificio rectangular de grandes dimensiones que pudo ser el Arsenal o los establos públicos (M). Tanto la fuente como el Bouleuterion estaban construidos a lo largo de la llamada Avenida B. El Bouleuterion tenía planta rectangular de 19 x 9,5 m. Para el sostenimiento del techo se había dispuesto una columnata central de 7 columnas de tipo dórico. Es probable que tuviera dos entradas en su fachada este. Se construyó en el último cuarto del siglo V a.C. La fuente se encuentra al sur del Bouleuterion y data del último cuarto del siglo V a.C. De ella sólo queda el suelo de arcilla del pequeño espacio del SO, posiblemente un aliviadero, y restos de la exedra que existía a lo largo de su fachada principal. Posiblemente estaba cubierta por un tejado a dos aguas que se apoyaba en la fachada sobre dos columnas y dos hastiales conformando así un frontón. La fuente se abastecía de un manantial de montaña al norte de la ciudad. El agua se transportaba por medio de tubos de terracota de 1 m unidos por mortero, colocados en el interior de túneles excavados en la roca, y que atravesaban la puerta norte para situarse después bajo la avenida A. El abastecimiento es muy posible que se construyera en el siglo VI a.C. Los santuarios es posible que se encontraran fuera del recinto amurallado. Muy importantes para la investigación son las grandes mansiones que se encontraron fuera del sector amurallado de la ciudad, al este de la meseta norte, en el barrio aristocrático. Aquí se han excavado varios de los más importantes ejemplos de lo que eran las antiguas villas: la villa de la Buena Suerte (C), la casa del actor (B), la casa de los amores (G), la casa de los muchos colores (D), la casa de la arena (Ε), la casa del sacerdote (F), la casa de los bronces (H), la villa sur (Ι) y la casa de Zoilo (J). La villa de la Buena Suerte, además de una amplia pastada (v2), el patio (v1) tenía un peristilo (v3) en el centro, y el andrón (v4) y su vestíbulo (v5) estaban decorados con suelos de mosaico de alta calidad hechos con piedrecillas blancas y negras. Las escenas ilustradas eran totalmente expresivas de los valores aristocráticos: el triunfo de Diónisos en su carro, en el primero, y la entrega de las armas ante Aquiles en el segundo. Después de la cocina (v6) y el baño (v7), en el lado este de la casa había dos salas privadas comunicadas entre sí, pavimentadas con mosaicos que contenían símbolos e inscripciones de buenos deseos. En el vestíbulo (v8), las palabras “buena suerte” estaban acompañadas de la rueda de la fortuna. La inscripción incompleta de la esquina superior izquierda (“dikaio”) puede haberse referido al propietario de la casa. En la siguiente habitación, delante de la entrada se ha escrito “Ευτυχία καλή” y en el centro “Αφροδίτη καλή”. A su alrededor pueden verse símbolos como el hacha de doble hoja, la esvástica y un motivo parecido a una mano. Tanto la ciudad antigua como la de la época clásica tuvieron que estar amuralladas. Sin embargo, no han aparecido restos de la muralla de la ciudad antigua ciudad. De la muralla de la ciudad clásica se han descubierto en la meseta norte pequeños restos, los cuales no son reveladores de cuál fue su modo de construcción. Los investigadores suponen que la ciudad estaba protegida por una muralla de adobe que la rodeaba que tenía torres y puertas cada cierta distancia. La muralla de Olinto, que en su sector occidental se identificaba con los muros exteriores de las casas, creando así un frente defensivo inquebrantable, constituía uno de los mejores ejemplos de amurallamiento de las nuevas ciudades. Finalmente, la necrópolis (O) de la ciudad se encontraba en el oeste, fuera de las murallas, en la cual se han encontrado importantes ofrendas que demuestran la riqueza y el alto nivel de vida de sus habitantes.
Está previsto exponer todas las piezas relevantes obtenidas en las excavaciones en el museo arqueológico de Poligiros. A la hora de escribir este informe, el museo se encuentra construido, pero no se ha instalado ninguna pieza de lo que deberá ser la exposición permanente del museo.
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