“Entre Lefkada y el golfo de Ambracía hay una laguna salada llamada Mirtuntio. A continuación de Lefkada se encuentran Páleros y Alicia, ciudades de Acarnania.” (Estrabón. Geografía. Libro X, 2, 21)

Desde Vonitsa se toma la carretera que va a Páleros. A unos 12 km, un desvío a la derecha nos lleva hasta el yacimiento. Este desvío es un camino asfaltado de más de 5 km de longitud.

La ubicación de la ciudad destacaba sobre la llanura de alrededor, con el gran lago de Voulkariá (el antiguo Mirtuntio del que habla Estrabón) al NO de ella, hecho que demuestra su importancia como lugar estratégico en la antigüedad, a la vez que se encontraba cerca de las colonias corintias de Lefkada, de Solio y de Anaktorio. Está edificada sobre una altura rocosa llamada Κεχροπούλα, muy cerca del pueblo del mismo nombre (antiguo Ζαβέρδα). Se piensa que la ciudad pudo existir desde la época micénica. En cualquier caso, la existencia de la ciudad está asegurada, al menos desde el siglo VI a.C. Sin embargo, su periodo de esplendor lo alcanzó en el siglo III a.C., mientras que en el 31/30 a.C., después de la batalla de Actio, la ciudad quedó desierta ya que los habitantes de toda la Acarnanía y del Épiro fueron obligados a trasladarse a Nikópolis. Páleros es referida por primera vez en Tucídides, cuando en 431 a.C. los atenienses ocuparon y entregaron a ella la colonia corintia de Solio, la cual se encontraba en la costa acarnania, enfrente de Lefkada. También es referida por Jenofonte, cuando en 389 – 388 a.C. Agesilaos, a petición de los aqueos, vino a Acarnania y obligó a los acarnanios a disolver su alianza con los atenienses y los beocios, y a firmar la paz con los aqueos y aliarse con los espartanos.

Durante el periodo 2003 – 2008 se dotó de electricidad y agua al recinto y se limpiaron tres puertas y las cisternas, se asfaltó el camino de acceso y se conformó un espacio para la recepción de visitantes. El perímetro amurallado tiene una longitud total de unos 2 kilómetros y constituye una de las muestras más impresionantes de la técnica acarnania en la construcción de murallas Se mantiene todavía en pie con toda su majestuosidad. Su sistema de construcción varía entre el isódomo, el pseudoisódomo trapezoidal y el poligonal, y está edificado en diferentes fases. La más antigua pertenece a época micénica; el sistema poligonal data del siglo V a.C., mientras que el trapezoidal de finales del siglo IV a.C. Desde la acrópolis desciende el recinto que rodeaba a la ciudad y existe una muralla intermedia que dividía a la ciudad en dos, algo común en todas las fortalezas de Acarnanía. La muralla no rodeaba completamente a la ciudad; su parte sin amurallar se encontraba al este y se comunicaba con la ciudad amurallada a través de la puerta este. En muchos puntos, la muralla se conserva hasta la cota de su camino de coronación y se conservan en un estado de conservación excepcional las escaleras de acceso al mismo. De sus nueve torres, tres se conservan en buen estado, y están ubicadas junto a puertas o a otros elementos débiles de la muralla. La ciudad también tenía nueve puertas, de las cuales la mayoría no se conserva en buen estado. La puerta noroeste, en forma de arco, constituye una de las mejores muestras de puerta de la antigua Grecia. Tiene una anchura de 2,9 m, una altura de 3,3 m y una longitud de 6,2 m y está esviada con respecto al trazado de la muralla con inclinación hacia el SE. Una puerta muy parecida existe en Eniades. Pueden verse aún en el suelo las huellas de las ruedas de los carros y los agujeros para la colocación de las barras de seguridad de la puerta. La puerta sur que mira al lago está construida con gruesas placas de piedra muy bien encajadas según el sistema poligonal. Tiene una anchura de 2, 25 m, una altura de 3,45 m y su dintel está constituido por dos bloques de piedra de 3,6 x 0,6 x 0,7 m. De ellos, el interior, actualmente reforzado con grapas metálicas, se encontró en su primitivo lugar, apoyado sobre pilares de piedra. El exterior se encontró en dos trozos sobre el suelo durante las tareas de limpieza y reconstrucción de la puerta. La puerta estaba protegida por una fuerte torre rectangular de dimensiones en planta 9,25 x 10,80 m. Hoy se conserva en una altura de 8 m con una poterna en arco en la estructura del lado oeste y visibles reconstrucciones en su parte superior que fueron realizadas en la antigüedad. Frente a la puerta hay un estrecho patio de dimensiones 4,8 x 6,25 m construido por razones defensivas, para atrapar dentro de él a los posibles atacantes de la ciudad. Desde esta puerta parte un camino de 4,5 m de anchura que conecta con el ágora. En un lugar destacado, al SE del recinto amurallado, se encuentran los cimientos de la antigua ágora. Se distinguen partes de dos stoas enfrentadas que dan a un gran patio. Frente a la stoa NO se distinguen los cimientos de pedestales para estatuas. Frente a ella, y al oeste de la esquina SE, se conservan los cimientos de un pedestal circular al cual conduce un camino cuesta arriba excavado en la roca natural. El ágora se comunica con la llanura por el SE a través de una puerta allí instalada, la llamada puerta sureste, de 2,9 m de anchura. Aunque esta derruida, puede que fuera la puerta más robusta de la ciudad y la originalidad en la disposición de las dos torres que la protegían presenta un interés especial. El conjunto de la puerta está construido según los sistemas poligonal y trapezoidal lo que pone de manifiesto sus diferentes fases de construcción. La puerta norte central, que servía de comunicación con la ciudad extramuros y con el puerto del lago MIrtountio, está destruida. Cerca de la puerta y al lado de la muralla se encuentran dos grandes cisternas gemelas. Tienen forma rectangular con esquinas redondeadas. Sus dimensiones son de 4,5 x 11 m y tienen una profundidad de 6,1 m. Están situadas una al lado de la otra y separadas entre sí por un muro, mientras que se comunican entre sí con colector de terracota de pequeño diámetro a una altura sobre el fondo de 4,4 m, así cuando se llenaba la primera el agua pasaba a la segunda. Están excavadas en la roca y recubiertas en su interior por mortero hidráulico de cal. Este tramo de la muralla atraviesa el barranco y se encuentra en muy buen estado de conservación ya que solo faltan las almenas. En su lado oeste se conserva la puerta oeste que está construida con el sistema ciclópeo. Muy bien se conserva también la torre noroccidental, la mayor de todas, con dimensiones de 11,6 x 14,3 m y que controlaba toda la zona entre el lago y el golfo de la actual Páleros. Su mayor parte está construida con el sistema trapezoidal, a excepción de una pequeña parte de su lado sur que está construida con el sistema poligonal. En el punto más alto del amurallamiento, al NE, está la acrópolis, en la cual se conserva una pequeña cisterna. El planeamiento urbanístico estaba realizado de acuerdo con el sistema hipodámico. Fuera de las murallas de la ciudad, hay un montón de cimentaciones de casas particulares y de otros edificios, mientras que al oeste y al sur se encuentran las necrópolis. El puerto de la ciudad antigua se encuentra a 4,5 km, al norte de la playa de la bahía de Páleros y al norte del pueblo costero de Pagoniá. En la playa de este pueblo y sumergido en el agua se ha encontrado un muelle de 220 m de longitud. Cerca del barranco que se encuentra al lado de la ciudad, había un santuario en el cual salieron a la luz tres estatuas, entre las que estaba una de la diosa Artemisa que fue trasladada al Museo Arqueológico Nacional. Se encontraron también dos hermosos torsos femeninos de mármol, muchas estelas funerarias con epigrafía y un relieve de una serpiente en una roca.

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