La antigua ciudad de Próerna se encontraba en el actual Γυναικόκαστρο, en la actual localidad de Neo Monastirio. Se llega a ella desde Lamía, donde se coge la carretera a Lárisa.
Las primeras huellas de ocupación del lugar pertenecen al Bronce Antiguo (3300 – 2100 a.C.). A esta época parece que pertenece su nombre prehelénico de Próerna, nombre que se mantuvo tras la ocupación del lugar por razas helénicas. Así, el lugar fue ocupado en tiempos micénicos. La Próerna de los tiempos históricos se levantó sobre las ruinas de antiguos asentamientos que se desarrollaron sobre la colina de Ταψί entre principios del siglo IX a principios del siglo VII a.C. Sus habitantes tenían bajo su control el macizo montañoso de Όθρυo desde el valle del Δομοκός hasta el valle del Σπερχειός. Empezó a configurarse a finales del periodo arcaico y en el siglo V a.C. se fortificó. Parece que su periodo de máximo esplendor lo alcanzó en la época helenística ya que es a mediados del siglo III a.C. cuando la ciudad acuña moneda por primera vez. Tito Livio refiere que Próerna fue ocupada por el cónsul Manios Aquilios Glabrión, al igual que otras fortalezas de la región, en la primavera del 191 a.C. durante la guerra contra Antíoco (192 – 191 a.C.).
De los últimos años del periodo arcaico se conservan solamente unos poco cimientos de viviendas y algunos trozos de cerámica. A esta época pertenece, sin embargo la fase más antigua del santuario de Deméter, sacado a la luz por Δ. Ρ. Θεοχάρης en la altura rocosa del SE de la antigua ciudad. En él había un templo de 30 m de longitud (ekatómpedon) y 6 m de anchura dividido por muros transversales en habitaciones casi cuadradas de dimensiones 4,35 x 4,20 m, datado en el siglo IV a.C. y levantado sobre otro de finales del siglo VI o principios del siglo V a.C. El santuario estuvo en funcionamiento hasta el siglo II a.C. convertido en Thesmoforio. La primera fortificación de la ciudad tuvo lugar en el siglo V a.C. y el amurallamiento se construyó con el sistema ortogonal irregular. A este periodo pertenecen también muchos restos de cimentaciones de viviendas encontrados que estaban constituidas por dos o más habitaciones contiguas. El yacimiento que hoy se visita comprende el recinto amurallado de la acrópolis de la ciudad, donde se reunían los habitantes en caso de peligro. Está datado como perteneciente a finales del siglo IV o principios del siglo III a.C. La acrópolis de Próerna ocupa una superficie aproximada de 20 ha y comprende las cumbres de las dos elevaciones del cerro rocoso de Γυναικόκαστρο en la parte más oriental del asentamiento. El recinto del amurallamiento tiene forma trapezoidal. No se ha localizado el tramo norte de la muralla. Esto puede ser debido a que quizás dicho tramo no se construyó debido, o bien a que se consideró suficiente la protección que ofrecía lo ya construido, o bien, a cuestiones presupuestarias y de plazos. En cualquiera de estas dos hipótesis, el considerado diatíchisma entre las dos colinas debería considerarse en realidad como el tramo de muralla restante del recinto. La ausencia de puerta o poterna en la confluencia del “diatíchisma” con el tramo occidental de la muralla puede indicar que el cambio de planes tuvo lugar cuando habían comenzado los trabajos. Estaba construido con caliza gris según el sistema isódomo trapezoidal, con dos muros separados por un estrecho pasillo relleno de tierra. La altura media de los bloques de piedra era de 0,5 – 0,6 m. Se conserva un trozo de este recinto con varias torres. Los tramos sur y este del recinto, que se conservan en toda su longitud, en alturas hasta 4,2 m (8 filas de sillares) y anchura entre 1,5 y 2 m, estaban reforzados con torres de hasta 12 m de altura: son visibles 15 en el tramo sur y 5 en el tramo este. Todas eran cuadradas, de 6 m de lado, como era costumbre antiguamente en las ciudades tesalias. Los cambios de dirección en el trazado de la muralla, las puertas y las poternas se vigilaban con torres. Éstas estaban hasta la mitad de su anchura incorporadas a la muralla. Las torres que protegían puertas y poternas presentan unas mayores dimensiones (6,4 x 7,1 m) y sobresalen también por el interior de la muralla para permitir la instalación de escaleras de acceso a sus diferentes espacios. Muros transversales interiores de 0,7 m de anchura reforzaban la torre tanto estructuralmente como contra el impacto de proyectiles. La calle más frecuentada, que unía la ciudad con el exterior, comenzaba en la puerta central de la muralla. Dos puertas y dos poternas han sido localizadas hasta el momento. La puerta en el tramo SE parece que era la central. Aunque desde el exterior parece una simple abertura entre dos torres de 6,65 m, fue diseñada con un patio interior en forma de L que permitía, con la adición de un muro de cierre de las mismas características que el exterior, una segunda abertura. La puerta oeste, secundaria en importancia, es un pasillo de 6,8 m de longitud y 6,5 m de anchura sin torre de protección. Las dos poternas estaban situadas en la muralla sur. Estaban protegidas por una torre que, a juzgar por la existencia de escaleras, albergaba máquinas de guerra.
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