“Cuando Alcmeón después de matar a su madre huyó de Argos, fue a Psófide.” (Pausanias. Descripción de Grecia. Libro VIII, 24, 8.)

(DESDE AUTOPISTA CORINTO-TRÍPOLI) Salir después del túnel de Artemision (viniendo desde Corinto) en la salida en que se señaliza Antigua Olimpia. Siguiendo la carretera se llega al pueblo de Klitoriá. Desde aquí una carretera nos lleva a Tripótama. Una carretera que sale a la derecha desde el centro del pueblo lleva al yacimiento.

Fundador de la ciudad fue Psofis, descendiente de Níctimo. La raza arcadia de los azanes que construyó Psófide, no pudo elegir un lugar mejor. Su ciudad estaba protegida por tres de sus lados por ríos y por el cuarto por una alta colina que habían amurallado para instalar allí arriba su acrópolis. Sólo los macedonios de Filipo V consiguieron conquistarla en el 219 a.C. ofreciéndola después a la Liga Aquea.

La ciudad de Psófide está asociada a la Figura de Alcmeón, hijo de Anfiarao, uno de la expedición de los Siete contra Tebas, y con el rey de la ciudad Fegeo. Años después del fracaso de la expedición de los Siete contra Tebas, los hijos de los siete paladines caídos en Tebas- conocidos como Epígonos- organizan una segunda expedición para vengar la muerte de sus padres. El oráculo de Delfos vaticina que esta vez la victoria será de los argivos si al frente de la empresa marcha Alcmeón, el hijo de Anfiarao. Pero él no deseaba atacar Tebas y discutió la conveniencia de la campaña con su hermano Anfíloco. Al ver que no lograban un acuerdo, sometieron la decisión a su madre Erifile. Como esta situación no se daba por primera vez, Tersandro, el hijo de Polinices, siguió el ejemplo de su padre: sobornó a Erifile con la túnica mágica que Atenea había dado a su hermana Harmonía y con el collar mágico que había dado a ésta Afrodita. Erifile se decidió por la guerra y Alcmeón asumió el mando. Tras la victoria sobre Tebas, Alcmeón se entera de la traición de su madre, que podía haber causado su propia muerte, y de la responsabilidad que también tuvo en la muerte de su padre por otro anterior soborno. Así pues, se dirigió al oráculo de Delfos para consultar si debía o no cometer el matricidio tal y como le había ordenado su padre. Apolo le comunica que Erifile merecía la muerte y Alcmeón, interpretando equivocadamente el oráculo, le da muerte por su propia mano, a la vez que su madre le maldecía gritando: “¡Tierras de Grecia y Asia y de todo el mundo: negad asilo a mi asesino!” Inmediatamente es perseguido por las Erinias y enloquecido se dirigió a Psófide donde es purificado por el rey Fegeo quien, además, le dio por esposa a su hija Arsinoe (o Alfesibea) a quien Alcmeón, como regalo de bodas, entrega el collar y la túnica que había llevado en su equipaje. Más tarde, Alcmeón se ve obligado a abandonar Psófide pues se decía que su presencia allí era la causa de que las tierras de labor se hubieran vuelto estériles. Vuelve otra vez Alcmeón al oráculo de Delfos y Apolo le revela que la única forma de verse libre de sus males es yéndose a habitar a una tierra que no existiera antes de la maldición de su madre, pues todas las tierras se volverían estériles cuando él las pisase. De este modo, Alcmeón se instala en las Eniadas, llanuras formadas por los aluviones del río Aqueloo. La divinidad fluvial le purifica de nuevo y le da como esposa a su hija Calírroe. Un año después, Calírroe, temiendo perder su belleza, se negó a admitir a Alcmeón en su lecho al menos que le diese el célebre collar y la célebre túnica. Por amor a Calírroe se atrevió a volver a Psófide donde engañó a Fegeo. Sin mencionar su casamiento con Calírroe, inventó una predicción del oráculo de Delfos según la cual nunca se libraría de la persecución de las Erinias hasta que hubiera dedicado la túnica y el collar al templo de Apolo. Fegeo accede, pero enterado después de los verdaderos motivos, ordena a sus hijos dar muerte a Alcmeón. Estos cumplen el mandato y Alcmeón recibe sepultura en la ciudad. Pero el asesinato fue contemplado por Arsinoe que nada sabía de la doblez de Alcmeón, y vituperó en voz alta a su padre y hermanos deseándoles una muerte violenta antes de la siguiente luna nueva. En represalia, Fegeo la encerró en un arca y la regaló como esclava al rey de Nemea y al mismo tiempo mandó a sus hijos que llevaran el collar y el peplo al templo de Apolo Délfico para que no causasen más desgracias.” Entretanto, Calírroe, enterada de lo sucedido en Psófide ruega a Zeus que sus hijos infantes tenidos con Alcmeón se vuelvan adultos en un día y venguen el asesinato de su padre. De este modo, Anfótero y Acarnán alcanzan en un solo día la edad adulta. Matan a los hijos de Fegeo en Tegea y se dirigen a Psófide donde también mataron al propio Fegeo y a su esposa antes de que la siguiente luna apareciera en el firmamento. Según Graves, la continua facultad de Erifile de decidir entre la guerra y la paz es la característica más interesante de la fábula. El verdadero significado de su nombre “muchas hojas”, indica que era una sacerdotisa argiva del templo de Hera, a cargo de un oráculo de árbol, como el de Dodona. Si es así, ese árbol era probablemente un peral, consagrado a Hera. Tanto la guerra de los Siete contra Tebas como su continuación se las puede referir al siglo XIV a.C. Cerca de Psófide se encuentra el monte Erimanto en donde Heracles capturó al jabalí, lo que constituía el cuarto trabajo impuesto por Euristeo. El Cuarto trabajo de Heracles: El jabalí de Erimanto cosistía en que el héroe debía capturar vivo al jabalí de Erimanto, animal enorme que causaba estragos en la región que rodeaba a Psófide. Heracles, al pasar por Fóloe en su viaje al Erimanto- donde mató a Sauro, un bandido cruel- fue agasajado por el centauro Folo quien le sirvió carne asada pero no se atrevió a abrir el cántaro comunal de vino de los centauros hasta que Heracles le recordó que era el mismo cántaro que, cuatro generaciones antes, Dioniso había dejado en la cueva precisamente para aquella ocasión. Los centauros se enojaron cuando olieron el vino fuerte y armados con grandes rocas, teas y hachas irrumpieron en la cueva de Folo y Heracles mató a algunos de ellos, entre estos a Quirón, quien recibió un flechazo envenenado en una rodilla, y a otros puso en fuga. El propio Folo murió por accidente al resbalársele de las manos una de las flechas de Heracles y atravesarle un pie. Heracles enterró a Folo con honores y partió luego a cazar el jabalí por las orillas del río Erimanto. Heracles hizo salir al animal de un matorral con fuertes gritos, le hizo ir hasta un profundo ventisquero y allí saltó sobre su lomo. Lo ató con cadenas y lo llevó vivo a hombros hasta Micenas; pero cuando supo que los argonautas se reunían para su viaje a Cólquide dejó el jabalí fuera de la plaza del mercado y salió con Hilas para unirse a la expedición. Según Graves, los jabalíes estaban consagrados a la Luna a causa de sus colmillos en forma de media luna y parece que el heredero que mataba y castraba a su mellizo el rey sagrado, se disfrazaba de jabalí cuando lo hacía. Es probable que la batalla de Heracles con los centauros representara originariamente el combate ritual entre un rey recientemente instalado y sus adversarios con disfraz de animales. Flechas envenenadas que caían en, o eran disparadas contra, una rodilla o un pie causaron la muerte no solo de Folo y Quirón, sino también de Aquiles, el discípulo de Quirón, todos ellos reyes sagrados.

Cuando Pausanias visitó la ciudad vio un santuario de Afrodita de sobrenombre Ericine, del que ya solo quedaban ruinas, y el sepulcro de Alcmeón que no era de gran tamaño ni tampoco estaba decorado con excesivos adornos. Existía también un teatro y un templo de Zeus. El yacimiento se encuentra al lado del pueblo de Τριπόταμα, a 70 km de Trípoli.

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