En la autopista que va de Volos a Lárisa, a unos 5 km de Volos un enlace nos lleva al actual pueblo de Sesklo (y de Dimini). Antes de llegar al pueblo, un desvío a la izquierda nos conduce al yacimiento.

En la colina de Kastraki y en sus alrededores, cerca el pueblo actual de Sesklo, se desarrolló uno de los más importantes asentamientos neolíticos de Grecia y de Europa, que dio su nombre a una fase entera del periodo Neolítico en Tesalia. Fue ocupado desde los inicios del Neolítico (mediados del séptimo milenio a.C.) hasta el Bronce Medio (con un periodo de abandono de 500 años), pero conoció su periodo de máximo esplendor en el sexto milenio a.C., durante el Neolítico Medio (5800 – 4800 a.C.). Su localización reúne todas las características en que se basaban los primeros habitantes para elegir sus lugares de instalación: se encuentra entre arroyos intermitentes, que aseguran el suministro de agua, cerca de terrenos llanos aptos para el cultivo, en una alta colina y no muy lejos del mar.

La extensión del asentamiento en la colina de Kastraki (Sesklo A) no es posible determinarla con exactitud, debido a los sucesivos periodos de ocupación. Sin embargo, restos de esta fase se han encontrado a más de 125 m del extremo NE de la colina (Sesklo Γ), hecho que muestra que el asentamiento era bastante grande. Las casas eran sencillas cabañas de las que sólo se conservan zanjas poco profundas, excavaciones para delgados cimientos, agujeros circulares y restos de arcilla compactada que quizás se utilizase en la construcción de los muros. En el asentamiento se encontraron poquísimos objetos, como hojas de obsidiana y pedernal, herramientas de piedra y de huesos de animales y poquísimas figuritas de terracota. Parece que los hombres en este periodo vivían exclusivamente de la agricultura y la ganadería. En el Neolítico Antiguo (6500 – 5800 a.C.) el asentamiento parece que se desarrolló en una gran extensión. Restos del mismo se han encontrado tanto en Sesklo A como en la ladera plana al oeste y en sus alrededores. Característica básica de la arquitectura de esta fase es la gran variedad en los tipos de viviendas y en la utilización de los materiales, puesto que se han encontrado tanto casas con cimientos de piedra y muros de adobe como construcciones de arcilla y madera, a veces con placas en el exterior colocadas como ortostatos. Sus habitantes continuaban utilizando herramientas sencillas de piedra y hueso, fabricaban figuritas de terracota y, por primera vez, se encuentran vasos de cerámica monocroma o adornada con dibujos. La fase de esplendor de Sesklo se dio, sin embargo, durante el Neolítico Medio (5800 – 4800 a.C.). El asentamiento se extendía sobre la colina de Kastraki (Sesklo A), en la ladera plana del oeste (Sesklo B) y en sus alrededores, en una extensión aproximada de 10 ha. Las casas, que se suponen que existían en número de 500 a 800, estaban más densamente agrupadas en la colina y estaban separadas por callejones y plazas y rodeadas por grandes muros de sostenimiento, mientras que en la ladera del oeste estaban más alejadas unas de otras. Todas tenían cimientos de piedra, estructura de adobe y tejado con vigas y chimeneas. Este periodo se identifica con el llamado “Cultura de Sesklo”, que se caracteriza principalmente por la cerámica que se encontró en el asentamiento y que constituye la base para la cronología del Neolítico Medio. La cerámica está hecha a mano, principalmente pintada y su técnica de cocción ha mejorado, teniendo como resultado impresionantes colores rojos, que desarrollan motivos sobre fondo blanco. Los habitantes utilizaban más herramientas de piedra y más abundantes eran las de obsidiana procedente de Milos. El asentamiento fue destruido por el fuego hacia finales del sexto milenio a.C. y se abandonó durante más de 500 años. La región volvió a ocuparse durante el Neolítico Reciente (4800 – 3400 a.C.), pero solamente en Kastraki. En este periodo se levantó en el punto más alto el “mégaron”, que ocupaba el sector central del nuevo asentamiento y estaba rodeado por un sistema de recintos de piedra circulares. El asentamiento continuó ocupándose hasta el Bronce Antiguo y el Bronce Medio. A este periodo pertenecen varias casas de la cumbre de la colina (Sesklo A) al igual que las tumbas que se encontraron tanto en Sesklo A como en Sesklo B. Las ruinas del asentamiento se localizaron a finales del siglo XIX y las primeras excavaciones tuvieron lugar en 1901 – 1902 por el arqueólogo Χρήστος Τσούντας en la cima de la colina de Kastraki. Τσούντας calificó los restos como “acrópolis” y los que estaban en la falda de alrededor como “ciudad”. En 1956 Δ. Ρ. Θεοχάρης empezó una nueva investigación arqueológica en la colina y en 1976 en sus alrededores, donde se descubrió el gran asentamiento del Neolítico Medio. Los restos arquitectónicos que son visibles hoy en día se extienden sobre la colina (Sesklo A), en la ladera plana al oeste (Sesklo B) y en la zona al NE (Sesklo Γ). La mayoría pertenecen al Neolítico Medio que fue el periodo de esplendor del asentamiento (5800 – 5400 a.C.). Alrededor de las casas hay grandes murallas –recinto que, si bien no deben ser consideradas como defensivas, sino más bien como elementos del “planeamiento urbanístico” del asentamiento, no se excluye, sin embargo, que pongan de manifiesto una idea de protección o de aislamiento del espacio habitable. Sobre la colina (Sesklo A), el edificio central del Neolítico Medio es la pequeña construcción con forma de mégaron (7 – 8 – 9) con un patio empedrado frente a él y un recinto interior detrás. En una primera fase de construcción estaba formado por una única habitación cuadrangular con entrada por el muro oriental. Cuando la casa se destruyó, la nueva casa se construyó sobre las ruinas de la anterior, dividiéndose la habitación en dos partes a través de un muro que contiene una puerta para comunicar los dos nuevos espacios. Cuando esta vivienda volvió a destruirse, la tercera se construyó sobre las ruinas de la anterior. Entonces, se le añadieron los dos hastiales que protegen la entrada de la casa por el sur. La superficie final de la vivienda es de 42 m2, sin contar los hastiales exteriores que tienen una longitud de 2,5 m. Al lado de éste se encuentra la Casa del Ceramista, donde se conservan, hasta considerable altura, las ruinas de los muros de adobe y los tres contrafuertes interiores, sobre los cuales probablemente, estaba apoyado un altillo de madera. El edificio llamado la “Casa del Ceramista” (habitaciones 11 – 12) es uno de los más interesantes del asentamiento. Se encuentra en la cumbre de la colina, al lado del edificio con forma de mégaron (habitaciones 7 – 8 – 9), y debe su nombre al arqueólogo Χρ. Τσούντας, que lo caracterizó como un “taller de cerámica” ya que en su interior se conservaron muchas vasijas a causa de su repentina destrucción por el fuego. En su construcción se distinguen dos fases que corresponden al Neolítico Medio. En la primera fase (Neolítico Medio III A, 5800 – 5400 a.C.), era un simple edificio cuadrangular con cimientos de piedra, construido con adobes y con suelo de arcilla de color amarillo y con placas de tamaño medio. Su puerta se encontraba en el muro occidental y conducía a un patio techado en el oeste, con suelo de arcilla, en el cual había dos grandes agujeros con restos carbonizados de las columnas de madera que sostenían el techo. El techo del edificio debía ser de madera a dos o cuatro aguas. En la segunda fase (Neolítico Medio III B, 5300 – 5100 a.C.), tuvo lugar una reconstrucción a gran escala: el patio pasó a ser una vivienda separada mientras la propia vivienda creció en longitud y se dotó de dos habitaciones separadas por una pared y unidas mediante una pequeña puerta interior. La puerta exterior se abrió en el muro este y conducía a la habitación sur (11), que contiene construcciones para la preparación de la comida y otras actividades del hogar, mientras que la habitación norte (12) contiene un espacio para almacenamiento y vasijas que se encontraron “in situ”. Son de destacar los tres contrafuertes en el muro norte del edificio que dividen su lado norte en tres partes iguales. Dado que el ancho de la habitación es muy pequeño, se considera improbable que sujetaran el techo, y más probablemente sujetarían un altillo de madera. A bastante altura se conservan los restos de los contrafuertes y el muro entre ellos con una ancha y fina capa de revestimiento de arcilla. Puesto que la “Casa del Ceramista” se destruyó por el fuego ha devenido en un punto de particular importancia para la reconstrucción histórica del yacimiento y, particularmente, del final del Neolítico Medio del cual se considera un ejemplo característico. La mayoría de los restos arquitectónicos que se conservan sobre la colina, pertenecen al Neolítico Medio. Durante este periodo, las casas se construían con piedra y arcilla. Eran cuadrangulares y habitualmente con una sola habitación. Su superficie variaba entre los 20 y 70 m2. Se conservan los cimientos de piedra de las viviendas, las cuales son habitualmente pequeñas. Todas tienen la misma orientación, con callejones entre ellas que forman plazas en determinados puntos. Todas tienen cimientos de piedra, estructura de adobe y tejado a dos o cuatro aguas, con vigas cubiertas de arcilla. Cuando una casa se destruía se reconstruía en el mismo sitio. En su interior se conservan hogares, pequeños espacios de almacenamiento, zonas de preparación de la comida y zonas de permanencia. La más amplia vivienda del asentamiento era la Casa 50, casi cuadrangular en planta, en el extremo NE del complejo. Durante el Neolítico Reciente, el sector central del asentamiento estaba ocupado por el gran “mégaron” (habitaciones 1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6), que se levantó en el punto más alto y que estaba rodeado de un sistema de recintos de piedra circulares. Alrededor de este núcleo central se desarrollaba el resto de las casas del asentamiento, más pequeñas y de más sencilla construcción. La construcción tiene una orientación E – O, y está constituido por vestíbulo (1), habitación principal (2) y cámara (3) y su puerta de entrada se encuentra en el oeste. Tiene cimientos de piedra, estructura de adobe y tejado de madera. La habitación principal era prácticamente cuadrangular, amplia y tenía suelo de arcilla sobre el que había un hogar de cuatro lados. En tres agujeros, que se distinguen en la mitad de la habitación, se encajaban los pilares de madera que sujetaban el techo. En la esquina NO de la cámara se conservan dos pequeñas construcciones de piedra de forma elíptica relacionadas con las diferentes actividades de los habitantes de la casa. Al este del mégaron hay un espacio trapezoidal separado (habitaciones 4 – 5 – 6) el cual parece que se construyó más tarde y quizás fuese su opistódomos. Hoy, del edificio se conservan sólo los cimientos de piedra, mientras que una parte, al igual que el lado SE del patio que se extendía a su alrededor, han sido destruidas por el arroyo que discurre en sus inmediaciones. A pesar de todo, el mégaron de Sesklo continúa siendo el más impresionante edificio del Neolítico en toda Tesalia. En la colina se conservan algunas casas al igual que tumbas tipo cista de época posterior que llega, incluso, hasta el Bronce Medio. Al SO de la colina, en la ladera plana, se encuentra el asentamiento denominado Sesklo B. Fue construido en la misma época que Sesklo A, desde el Neolítico Antiguo (6500 – 5800 a.C.) hasta el Neolítico Medio (5800 – 5300 a.C.). Al contrario que Sesklo A, durante el Neolítico Reciente el asentamiento no fue habitado. Las casas del Neolítico Medio son más confortables, independientes, una al lado de la otra, con una disposición estudiada y que tienen habitualmente a su lado un espacio auxiliar, una especie de “caseta”.

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