La antigua Thermos se encuentra al lado de la actual homónima ciudad, al NO del lago Trichonida. Al pueblo se llega desde Βαρειά cogiendo la carretera que nos lleva a Mirtia, Ag. Sofía y, finalmente, a Thermo. El yacimiento se encuentra en las afueras del pueblo, hacia el este, en la carretera que lleva a Marathos.
Habitada desde el periodo micénico (siglo XVI a.C.), adquirió importancia al final de la época clásica, cuando se convirtió en la sede del santuario federal de la Liga Etolia (367 a.C.). Durante la Edad del Hierro (s. XI – IX a.C.), se levantaron en el mismo lugar dos importantes asentamientos a los que pertenecen dos excepcionales edificios: el Mégaron A y el Mégaron B, respectivamente. Sus gentes parece que estaban relacionadas con las razas del Épiro y de Macedonia occidental. En esta poca parece que el lugar era muy conocido como centro religioso. Durante la segunda mitad del siglo VIII a.C., adopta el carácter de santuario panetolio, en el cual se adoraba a Apolo con la advocación de Thermios, en cuanto dios del fuego y del calor y deidad guardiana de los rebaños y de los pastores trashumantes. Los primeros templos monumentales se levantaron a finales del siglo VII a.C. y tenían una riquísima decoración de terracota. Inmediatamente después del ataque de Antípatro y Karterós en el 323 a.C., la ciudad se organizó con un planeamiento urbanístico moderno protegido por una muralla. La presencia en el santuario del tesoro de la Liga fue el motivo del saqueo y destrucción de la ciudad tanto en el 218 a.C. como en el 206 a.C., por Filipo V de Macedonia. Además, cuenta Polibio que en esta época, las casa en la zona del templo estaban llenas de objetos de lujo. Después de la ocupación romana (167 a.C.) y la disolución de la Liga Etolia el lugar se abandonó, quedándose desierto gradualmente.
Thermos es el yacimiento arqueológico más importante de Etolia. Las excavaciones en el lugar empezaron en 1897 por la Sociedad Ateniense de Arqueología bajo la dirección de Γ. Σωτηριάδης y duró hasta el 1908. Continuaron por K. Ρωμαίος desde el 1912 hasta el 1932. Después de muchos años de inactividad, las excavaciones se retomaron en 1983 y continúan, con muchos periodos también de inactividad, en nuestros días bajo la dirección del profesor Παπαποστόλου. Las excavaciones han revelado un aspecto helenístico del santuario del siglo III a.C. Una gran muralla (10) protegía tres de los cuatro lados de la ciudad; el cuarto, el este, estaba resguardado por el monte Megalakkos. La muralla estaba construida según el sistema pseudoisodómico con grandes boques de caliza y de bloques de adobe en la sección superior. Estaba reforzada con torres cuadradas. Disponía de dos puertas, la principal, de anchura 2,95 m en la esquina SO del recinto (por donde penetraron los ejércitos de Filipo V) y una segunda de 3,22 m de anchura en su lado norte. Dos torres circulares protegían la puerta sudoeste y dos cuadradas la N. No se ha determinado con exactitud a fecha de construcción de las murallas, pero probablemente se construirían a finales del siglo IV – principios del siglo III a.C. cuando Thermos se transformó en la sede de la Liga Etolia. El núcleo de un asentamiento prehistórico (s. XVII – s. XI a.C.) (1) se extendía por el sector NE del yacimiento. Estaba constituido por un impresionante conjunto de edificios con variedad en cuanto al tamaño y la forma (elipsoidal, cuadrada, rectangular, curva). El más importante de ellos era el llamado Mégaron A, quizás la sede de la jefatura. Su interior estaba dividido en tres habitaciones mediante paredes transversales. Los muros presentaban una ligera inclinación y terminaban en un techo abovedado, probablemente formado por una trama de trocos y ramas recubierta de arcilla. El asentamiento agrícola – ganadero constituía un sitio importante como lugar de reunión e intercambio en el cruce entre la montaña y la llanura etolia. Tuvo su época de esplendor durante el periodo micénico a causa de los contactos comerciales y culturales que tuvo con otros centros micénicos, como lo corrobora la cerámica encontrada en él. Los datos que se han extraído de las excavaciones demuestran, al menos, dos destrucciones: la primera, en torno al 1450 a.C. y la segunda en torno al 1100 /1050 a.C. A escasa distancia del núcleo del asentamiento prehistórico se encuentra la llamada Casa B (1600 – 1200 a.C.) (sin número en el plano general), contemporánea del Mégaron A. Tiene unas dimensiones de 14,8 x 5,20 m y constituye una muestra representativa de las casas absidales. Muros transversales con aberturas la dividen en tres habitaciones y un patio en el oeste. Los muros exteriores son curvos, el tejado a dos aguas con forma de cúpula en el ábside, mientras que el suelo estaba pavimentado con placas de piedra. En el interior de la habitación b2 se encontró un conjunto de vasijas y herramientas. Durante la época del hierro, después de la destrucción de las instalaciones prehistóricas (1100/1050 a.C.), se levantó sobre sus ruinas un nuevo asentamiento cuyo edificio más importante era el llamado Mégaron B (2). Del resto de edificios pocos restos quedan dentro del asentamiento. El Mégaron B apareció bajo el templo de Apolo Thermios y no es visible hoy en día. Era un edificio estrecho rectangular (21,40 x 7,30 m) dividido en tres partes y con entrada por el sur. Funcionaba como sede de la jefatura y como lugar de reunión. Las placas que se colocaron formando una elipse a su alrededor lo fueron después de su destrucción (finales del siglo IX a.C. – principios del siglo VIII a.C.) para delimitar el lugar de culto (con el altar de terracota para la cremación de víctimas ofrecidas a Apolo) que le sucedió (siglo VIII – VII a.C.), pues parece ser que ya en esta época el santuario de Apolo Thermios había empezado ya a funcionar como lugar de culto, aunque todavía no había adquirido el carácter de centro panhelénico. Otro tipo de víctimas se sacrificaban en honor a Apolo en los pozos de sacrificio que se abrían frente al antiguo mégaron B y que contenían ofrendas de hierro, principalmente armas. Para las necesidades del culto se conservó la habitación trasera del antiguo mégaron B que se utilizaba para guardar ofrendas u objetos litúrgicos. Después, en el lugar de estos pozos de sacrificio, se levantó una columna sagrada de piedra sin trabajar. A finales del siglo VII a.C., en torno al 620 a.C., se levantó sobre el altar de cenizas el templo arcaico de Apolo Thermios (2). El templo de Apolo se sitúa dentro de las murallas. Hoy apenas está visible el estilóbato, pero en el lugar del templo es posible trazar una sucesión de edificios. El primer templo tenía la forma de una simple naos con opistódomos con frontón sólo en la fachada principal. Una pantera y unas gorgonas corriendo de terracota quizás pertenezcan a su decoración. Las dimensiones del templo eran de 38,32 x 12,13 m. La naos estaba dividida en dos mitades por una fila de doce columnas de madera que sostenían un tejado. Todas las vigas y soportes estaban hechos de madera. Los muros y el tejado eran de arcilla. Tenía un arquitrabe también de madera enriquecido con gárgolas y antefijas de terracota pintada. A la decoración del tejado pertenecen una serie de placas de terracota con cabeza de mujer de tipo dedálico y cabezas de terracota de león con la boca abierta que se utilizaban como gárgolas. Placas de terracota, que antiguamente habían sido consideradas metopas, estaban también pintadas con temas mitológicos, lo que se considera la primera muestra de pintura monumental griega. Adornaban los muros de la naos con la forma de un friso. Se han encontrado diez. Las pinturas representan temas mitológicos (Perseo con cabeza de Medusa, Heracles o Meleagro, etc.). Añade una perístasis de 5 x 15 columnas de madera con basa de piedra a finales del siglo VI o principios del siglo V a.C. y un nuevo programa de decoración se lleva a cabo en la primera mitad del siglo V a.C. Su diseño y técnica de ejecución recuerdan a las mejores vasijas de Corinto, por lo que se cree que fueron realizadas allí o, al menos, bajo la supervisión de artistas corintios. Impresionantes son las acróteras de terracota y las gárgolas con formas de cabeza de esfinge, de mujer, de león, de hombre, etc. La última versión del templo data de finales del siglo III a.C. o principios del II a.C. (después de la doble destrucción de la ciudad), pero se conservó la planta arcaica. Aún se debate sobre si se usaron o no las metopas arcaicas en el edificio helenístico, pues el caso es que se encontraron entre sus restos. Todas menos una, datan de la época de la primitiva construcción del templo. La que representa a tres mujeres sentadas es del siglo III a.C. y quizás se trate de una antigua reparada o reemplazada tras sufrir daños en alguno de los ataques macedonios. El santuario contiene también dos pequeños edificios sagrados de la misma época que el templo de Apolo Thermios: el pequeño templo dedicado a Artemisa Lafría, al oeste del mégaron A, y otro templo dedicado a Apolo Lyseios, justo al este del templo grande. Del templo de Artemisa (4) sólo es visible hoy en día el krepídoma. De él provienen muchos restos arquitectónicos de terracota pintados (gárgolas con cabeza de perro). Contemporáneo del segundo templo de Apolo es el templo de Apolo Liseios (3) que era un edificio rectangular de 17,5 x 6,70 m del que se conserva la parte sur de la cella. Tenía una doble fila de columnas en su fachada y de él proceden un gran número de tejas del techo, gárgolas y cornisas, y trozos de metopas de terracota con representaciones de las Chárites, la diosa Ilithía, Iris, el centauro Folos y una “boda sagrada”. El ágora de Thermos constituye un buen ejemplo de una organización monumental de un espacio conectando el santuario con el espacio público comercial y de reunión sin solución de continuidad. Esta organización data de finales del siglo IV o principios del siglo III a.C. cuando la Liga Etolia se encontraba en su apogeo y Thermos era su sede. En esta misma época se construyó en el extremo norte del ágora una fuente monumental (5) sobre un manantial. Se trata de una cisterna rectangular de dimensiones 6,18 x 3,60 m con planta en forma de Π, con la fachada abierta hacia el oeste. Está constituida por grandes bloques de piedra ortogonales. Un suelo pavimentado que se conserva hasta nuestros días rodea sus tres lados: norte, oeste y sur, mientras que, en el lado este, a un nivel superior se conserva una exedra semicircular. El ágora contiene, además, tres stoas y el llamado Bouleuterion. Las stoas son de las más grandes del mundo griego y disponían de dos filas de columnas dóricas que sostenían un techo. Dentro de ellas se reunían los notables de la Liga y a la vez se guardaba en ellas el archivo de la Liga, miles de ofrendas y los botines conseguidos. Entre la stoa este (6) de 173 x 13,5 m y la stoa oeste (7) de 164 x 13,60 m se conformaba una “calle plaza” donde se conservan multitud de pedestales y exedras de diferentes tipos (rectangulares, cuadrados, absidales, en forma de Π, etc.) correspondientes a las estatuas y ofrendas que en ella se agolpaban y que, según Polibio, llegaron a 2.000 en la época de mayor esplendor de la Liga. Un espacio particular al este de la fuente, donde son visibles un gran número de basas de columnas, se utilizaba para colocar las disposiciones de la Liga Etólica. Otras trazas de edificios encontradas en el recinto sagrado incluyen un trofeo que celebraba la victoria de la Liga Etolia sobre los gálatas en Kallión en el 278 a.C. El ágora se destruyó durante la doble intervención de Filipo V en Etolia. Un poco después, la stoa este se reconstruyo y se la dotó de un banco corrido a lo largo de sus muros norte y este. La destrucción definitiva se llevó a cabo tras la derrota de Perseo por los romanos en el 167 a.C., cuando empezó el abandono gradual del santuario. Tanto el edificio cuadrangular, en el sector sur del ágora, y al que se le ha llamado Bouleuterion (8), como la stoa sur (9) de 185 x 15,40 m, no han sido excavados todavía.
El primer museo arqueológico de Thermos se edificó en 1909 dentro del lugar arqueológico. Costaba de una sola sala y de un patio cubierto. Guardaba los hallazgos del santuario hasta que se construyó el nuevo museo, funcionando ahora como almacén. Un nuevo museo ha sido inaugurado en 2016 para acoger los hallazgos del santuario de Apolo Thermios, de otros pequeños santuarios vecinos y de ciudades miembros de la Liga Etolia. Abarca el periodo de tiempo comprendido entre los tiempos prehistóricos y la época romana. A la hora de redactar este informe está prohibido sacar fotografías. La exposición consta de seis unidades comenzando por las primeras huellas de habitación del lugar y la creación del santuario hasta su transformación en centro religioso y civil de la Liga Etolia y su apogeo. La Unidad 1 (expositores 1 a 5) pretende dar una visión general del medio ambiente natural de Etolia. La Unidad 2 (expositores 6 a 10) está dedicada al asentamiento prehistórico y, en particular al Mégarón A y a la Casa B. Destaca en esta unidad la cerámica encontrada en el asentamiento y, particularmente, la cerámica encontrada en la Casa B. La Unidad 3 (expositores 11 a 17) está dedicada al asentamiento en la Edad del Hierro, cuyo edificio más importante fue el llamado Mégaron B, y al inicio (siglo VIII a.C.) del culto secular a a Apolo. Son de reseñar un caballo con jinete de bronce del Mégaron B y una figurita de bronce encontrada en los pozos de ofrendas del templo de Apolo (siglo VIII – siglo VII a.C.). Capítulo aparte merecen los hallazgos relacionados con la decoración del templo de Apolo Thermios y de Apolo Liseios en sus sucesivas fases de construcción. A ellos está dedicada la Unidad 4 (expositores 18 a 30) que además se enriquece con hallazgos de dos pequeños santuarios vecinos: Ταξιάρχης Χρυσοβίτσα. Destacan: Placa de terracota del primitivo templo con la representación de Χελιδών y Αηδών. Placa de terracota del primitivo templo con la representación de un cazador. Placa de terracota del primitivo templo con la representación de Perseo y medusa. Placa de terracota del primitivo templo con la representación de tres mujeres sentadas. Placa de terracota del primitivo templo con la representación de la cabeza de Medusa. Esfinge de terracota (470 – 460 a.C.). Antefija con cabeza de mujer del templo de Apolo (470 – 450 a.C.). Antefija y gárgola del templo de Apolo (470 – 450 a.C.). La Unidad 5 (expositores 31 a 34) está dedicada a la vida lujosa de los etolios a través de los hallazgos encontrados en las necrópolis de las ciudades etolias. La Unidad 6 (expositores 35 a 42) está dedicada a la transformación del primer santuario en el centro político y religioso de la Liga Etolia con la construcción de los edificios del ágora, y a su gradual abandono que comienza en el 167 a.C. con la batalla de Pidna. Pieza relevante de esta unidad es la estela de bronce escrita por las dos caras.
FOTOGRAFÍAS

















































PLANOS








