“Luego se llega a Yámpolis (posteriormente llamada Hia por algunos), a la que, como ya hemos dicho antes, fueron desterrados los hiantes de Beocia.” (Estrabón. Geografía. Libro IX, 3, 15)
Viniendo desde Katálima seguimos por la carretera hasta llegar al pueblo de Kalapodi. Atravesarlo (no coger la variante) y en la carretera de penetración, a 1 km hacia el este, una vez pasado el pueblo (y antes de conectar con la variante), a mano izquierda encontramos el santuario.
Al este de Kalapodi se encuentra el lugar arqueológico donde floreció Yámpolis, en un área de unas 100 has, una de las ciudades más importantes de la antigua Fócide, en la frontera con la Lócride Opuntia. De acuerdo con Pausanias, la ciudad se construyó por los “hiantes” los cuales fueron expulsados de la región de Tebas por los cadmeos. Históricamente no se sabe cuando se fundó exactamente Yámpolis. La primera referencia a la ciudad aparece en Homero, pero no es seguro que la homérica Yámpolis se encontrase en el mismo lugar que la Yámpolis posterior. Participaba en la Liga Focídea y fue protagonista en las guerras Sagradas. En la primera guerra, a principios del siglo VI a.C., la caballería tesalia proveniente de las Termópilas atravesó el estrecho paso de Yámpolis dirigiéndose a Elatea y las llanuras a lo largo del Kifisós. Plutarco refiere que el mayor combate en la primera guerra Sagrada tuvo lugar en Kleonés, de la región de Yámpolis, en la actual Βάλτετση, a un km al SE del santuario, donde los focidios derrotaron a los tesalios. Durante las guerras médicas, Yámpolis fue una de las ciudades focidias que fueron destruidas por Jerjes. La ciudad fue reconstruida, pero en el 338 a.C. fue destruida por segunda vez por Filipo de Macedonia. Junto con otros griegos rechazaron a los gálatas en las batallas de las Termópilas y de Oíti en el 279 a.C. La ciudad volvió a ser reconstruida en tiempos de Adriano.
En los últimos años, muchos han sido los arqueólogos que se han ocupado de la región como R. Felsh, P.Ellinger y el Dr. Kienast. Durante las excavaciones del arqueólogo alemán Rainer Felsh en el 1973, salieron a la luz una serie de capas arqueológicamente relevantes que ocupaban un espacio temporal que abarcaba desde la última fase de la época micénica hasta el siglo IV a.C. Al siglo V a.C. pertenece el templo de Artemisa Elafívolos, períptero de estilo dórico con pronaos, naos, ádyton y opistódomos. Tiene unas dimensiones de 45,8 x 19,6 m con una distribución de columnas de 6 x 14. Su construcción empezó en el 426 a.C. y terminó en el 420 a.C. con planos de la Escuela Arquitectónica de Atenas del siglo V a.C. siendo, según una opinión, Iktinos su arquitecto. Bajo el templo se encontraron una serie de otros templos de los periodos clásico y geométrico y un santuario de época micénica constituido por un edificio y un foso de sacrificios. Este santuario está datado como perteneciente al siglo XIII a.C. y constituye el único santuario organizado de época micénica en Grecia que funcionó hasta el 850 a.C. En él se encontró un gran número de joyas, estatuillas y objetos metálicos. Durante el periodo geométrico, entre 850 y 820 a.C., se construyó en el mismo lugar un santuario con dos templos de tamaño medio, uno en el sur, sobre el santuario micénico dedicado a Artemisa, y el otro en el norte con un altar tipo hogar dedicado a Apolo, y una plaza para manifestaciones religiosas frente a los dos templos. Los hallazgos encontrados durante las excavaciones fueron, principalmente, trípodes, joyas y armas de hierro. De acuerdo con Rainer Felsh el templo de Apolo tiene una gran importancia histórica porque introduce en Grecia central el culto a Apolo por primera vez. En el siglo VII a.C. estos dos templos fueron sustituidos en el mismo lugar por otros dos de mayores dimensiones. Estos templos fueron de los primeros peristilos que se han encontrado en suelo griego y estuvieron en funcionamiento hasta principios del siglo VI a.C. cuando fueron destruidos por el fuego. Después de la victoria de los focídeos en la primera Guerra Sagrada, en 560 a.C., se decidió que este santuario fuera el lugar de culto de toda la Fócide, de tal modo que en él se celebrasen las Elafivolia. Por este motivo se terraplenó el lugar para construir una explanada y se edificaron dos nuevos templos perípteros paralelos. En el norte se colocó el templo dedicado a Apolo de 6 x 18 columnas y dimensiones 14 x 44,5 m. El segundo templo, de menor tamaño, era un 6 x 11 con dimensiones de 13,62 x 26,28 m y se colocó al sur. Tanto en uno como en otro templo se podían encontrar de forma desordenada, tanto columnas de piedra como de madera, y sus muros estaban construidos con bloques de adobe enlucidos con yeso. La cubierta era de tejas cerámicas sobre estructura de madera. Estos dos templos fueron destruidos por Jerjes en el 480 a.C. Después de la victoria de los griegos contra los persas, se decidió la construcción de un solo templo sobre las ruinas de los anteriores, en la parte sur, dedicado a Artemisa, mientras que al norte se construyó un altar, o mejor una mesa de ofrendas. Este hallazgo único en toda Grecia, se encontró intacto con todos los utensilios de la última ceremonia como anillos, alfileres de los periodos geométrico y arcaico, un gran espeto para asar, una máscara femenina de terracota y un kouros de bronce, único en Grecia, datado del 500 – 490 a.C. de un taller local. Con la terminación del templo llegó su destrucción con el gran terremoto del 426 a.C. Después del terremoto empezó la construcción del último templo (el primero de los que hemos referido) que fue destruido por Teodosio el Grande. Los hallazgos de las excavaciones se exponen en los museos arqueológicos de Atalantis y Lamía. De la antigua ciudad se conservan hoy en día restos de sus murallas cerca del pueblo de Έξαρχος, a unos 5 km al sur del santuario.
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